El próximo jueves 22 se presentará (y ofrecerán alguna sorpresa) el poemario "Azken bala/La última bala" en el Bandido Doblemente Armado, c/ Apodaca num. 3 (Metro:Tribunal)
Una muestra del buen hacer poético de Hasier Larretxea:
Texto (páginas 80 y 81):
Erre ezazu autobusa.
Erre, kutxazain automatikoa.
Erre, zaborrontzia.
Erre ezazu auzo guztia.
Herria, hiria.
Basoa.
Su horretan zu erre baino lehen.
Quema un autobús.
Quema un autobús.
Quema un cajero.
Quema una papelera.
Quema todo un barrio.
Un pueblo, una ciudad.
Un bosque.
Antes de que también tú te quemes en ese fuego.
Texto (páginas 94-95):
AZKEN BALA
Azken aukera baliatu dut.
Hitzak baduelako bala batek haina indar.
Zure txanda da orain.
Nahiz eta ni hil,
poemario honek biziraunen du.
Poemario hau izanen da nire ondorena.
Nire oroitzapena.
Hil nazakezu,
Poesia baina,
ez duzu nehoiz ere erailko.
Suntsituko.
LA ÚLTIMA BALA
LA ÚLTIMA BALA
Aprovecho mi última oportunidad.
Porque la palabra tiene tanta fuerza como una bala.
Ahora es tu turno.
A pesar de que yo muera,
este poemario sobrevivirá.
Este poemario será mi heredero.
Mi recuerdo.
Me puedes matar,
pero nunca asesinarás,
nunca destruirás la poesía.
Porque la palabra permanecerá en el tiempo.
¿Y la violencia?
Azken bala / La última bala es el primer libro bilingüe euskera-castellano que se publica en Andalucía. Su autor, originario del Valle de Baztan (Navarra) ataca de forma radical el concepto de violencia. Azken bala, desde la cultura en euskera, es un disparo (poético) en la línea de flotación de los violentos. Hasier Larretxea, usando la ironía y, a veces, el sarcasmo, hace una apuesta decidida por la paz y por la poesía y la palabra como el arma más perdurable para conseguir cualquier cosa.
Azken bala / La última bala, es una apuesta valiente por la paz. Como la poesía llega al meollo en donde el lenguaje normal sólo merodea, estos versos, llenos de vida, irónicos, puntiagudos, deciden abordar el tema de la violencia vasca de forma decidida. Dice el prologuista Jabo H. Pizarroso: “Hasier habla de verdad y su poesía discursiva, prosódica y liberada nos coloca de espaldas a un muro. Ese muro es nuestra conciencia. Ese muro es nuestro pasado y nuestro futuro y también un gran montón de balas en el desierto y enterradas. Como decía Celaya, la poesía puede obligar a cambiar el mundo, y yo creo que en estos momentos eso es siempre posible”.
1 comentario:
Estuve en la presentación del libro. Me encantó compartir ese espacio y esa lectura. Me pareció muy innovadora la forma que eligió para hacer la presentación-representación.
Estupenda la lectura, el ambiente y rato que tuvimos para conversar.
Mucha suerte.
Besos.
Publicar un comentario