El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

30/1/10

Félix Francisco Casanova



Ayer, en el suplemento El Cultural, del diario El Mundo, se publicó un amplio reportaje sobre la figura y la obra de Félix Francisco Casanova, de la que la Editorial Demipage ha comprado los derechos (poesía, diario y novela).
Como me ha parecido muy interesante y me ha descubierto a un autor atractivo pero desconocido (por lo menos para mí), he decidido replicar el reportaje en mi blog. No suelo hacerlo, pero creo que merece la pena.



La resurrección de Félix Francisco Casanova
Se reedita El don de Vorace del poeta canario

Fernando Aramburu dio el aviso. Fue en El Cultural, el 2 de octubre pasado, respondiendo a la pregunta: “Y un autor al que sería necesario reivindicar”?“Sin la menor duda -afirmó-, y aquí sí que no transijo, Félix Francisco Casanova Martín, poeta canario de una singular lucidez, un maestro del misterio, hondo y liviano al mismo tiempo, el cual, además, escribió una novela diabólica, inexplicable dentro de la tradición literaria a la que estamos acostumbrados. Es, en cierto modo, nuestro Rimbaud. [...] pienso que no necesita reivindicación ninguna; que somos nosotros, los desinformados, las víctimas de nuestra ignorancia, quienes deberíamos reivindicarnos frente a sus obras”. A partir de entonces, editores, medios de comunicación y escritores quisieron saber algo de la vida y la obra de este joven poeta, muerto a los 19 años y autor de una obra turbadora y de una calidad a la altura de los mejores. Tal vez sea, sí, el Rimbaud español, como ya se le empieza a conocer en el circuito poético, pero de lo que no hay duda es de que Casanova merece un reconocimiento mayor del que disfruta. Para ello, y más allá de lo publicado, El Cultural ofrece hoy, además de estas fotografías inéditas, los primeros tramos de la novela El don de Vorace, editada estos días por Demipage, un poema hasta ahora desconocido y pasajes del diario del poeta.


El entusiasmo de estos días por la figura y la obra de Félix Francisco Casanova contrasta con el silencio atronador de treinta y cuatro años ya. Demasiados e inexplicables para un talento y una vida (y una muerte) como la del joven poeta canario. El Rimbaud español, como lo comenzaron a llamar los fervorosos conocedores de su poesía, nació en la isla de La Palma en septiembre de 1956 y murió en Tenerife un día de enero de 1976, en la bañera de su casa, por inhalación de gas. Nadie puede afirmar cómo ocurrió. Lo encontró su padre que, tras romper la puerta, lo sacó de la bañera, y desnudo y en brazos lo llevó al hospital, donde nadie pudo hacer nada por su vida. El hermano menor del poeta, José Bernardo, reveló al editor de Demipage, David Villanueva, que “antes de meterse en el baño, Félix me dijo que yo tenía algo muy importante que hacer en mi vida y era seguir aumentando la colección de música”.

Porque en el principio fue la música. Félix Francisco Casanova vivía para ella. Sus primeros versos fueron, en realidad, la traducción del inglés de las letras de sus canciones. En mayo de 1974 dejó escrito en su diario: “Estos días oigo mucha música, mucha. Siempre estoy naciendo en la música, es inagotable mi sed y también su fuente es inagotable. Y me amansa y me derrama como un cántaro de sangre de montaña, y su amor me toca y soy lo más vulnerable a sus palabras, y mis heridas, mis llagas revenan como un árbol cortado, como el primer día en que amé o leí a Tagore”.

Obsesiva colección de música
No era siquiera adolescente y el bello Casanova, de aspecto melancólico y espíritu rebelde, se movía entre Kafka y Baudelaire, entre Borges y Hesse, como pez en el agua. Tenía una cultura vastísima, tocaba la guitarra, formaba parte del grupo de rock y el equipo literario Hovno (mierda, en checo), coleccionaba vinilos con pasión obsesiva y escribía versos. El poeta Francisco Javier Irazoki le sigue el rastro desde entonces: “Yo descubrí su nombre en las páginas de Disco Express, donde publicaba mis críticas de música; él comenzó a enviar opiniones (siempre inteligentes) y poemas de calidad. Amaba el rock, pero no más que el jazz o la música clásica”.

Por otro lado, con su mejor amigo, ángel Mollá, escribía manifiestos donde expresaba su rebeldía frente a la literatura convencional. Escribía, por ejemplo: “¿No es cierto que te entran ganas de palpar otras dimensiones y hacer correr por ellas tus tintas hasta secar el tintero y seguir pulsando notas con esos dolores que se nos han concedido? A Hovno le gusta el chasqueo del campesino entre sus judías el hombre que se duerme ante el telerrompevisor cansado de trabajar el que cierra el volumen de un portazo y espera paciente que se derriben los autobombos para ver si le conceden permiso para entrar a rascar algo del fofo estómago universal”.

Muchos de estos textos los publica la Prensa canaria. Félix Casanova tiene 15 años y el diablo de la poesía se enseñorea ya de sus palabras. Un año antes, a los 14, “con la brisa fumando su fiebre”escribió “Muro”, uno de sus poemas más tempranos y que hoy rescatan del olvido las páginas de El Cultural. “Los primeros poemas que Félix Francisco escribió eran de una impresionante exuberancia verbal”, señala Irazoki. “Tenía, dice, una capacidad extraordinaria para crear imágenes inesperadas. Sin embargo, a partir de los 17 años, se despoja de casi todo excepto de la poesía”.

La muerte, siempre presente
Los diecisiete años de Félix Francisco Casanova fueron claves. En ese 1974 publicó su primer libro de poemas El invernadero, que recibió el premio más prestigioso de la isla, el Julio Tovar. En cuarenta y cuatro días de ese año (entre el 9 de junio y el 23 de julio, según anota en su diario) escribió la novela El don de Vorace, (editada en la isla por el poeta Manuel Padorno en la pequeña editorial JB), que estos días reedita bellamente Demipage, y cuyos primeros tramos ofrecemos también en estas páginas. Además de centenares de poemas, recogidos más tarde por Hiperión en el libro La memoria olvidada (1990), Félix Francisco escribe durante 65 días un diario lúcido, morboso y estremecedor,Yo hubiera o hubiese amado ésta es su primera anotación, del 1 de enero:“Aquí comienzo el modelaje de una serie de poemas de agua, cuyo fin no intuyo. Es la primera poesía que escribo tras El invernadero, fabricado en el verano pasado”. El 18 de septiembre, al borde de sus 18 años, escribía: “Hace dieciocho años que estoy aquí. Un día en que estaba muy triste vi un blues pequeñito paseando solo por la carretera. Corrí a su encuentro y le tendí la mano, pero me rechazó. Lo intenté varias veces, mas no aceptaba. Entonces lo seguí con la vista, agazapado entre los matorrales. De repente la carretera se acabó y, justo en el momento en que caía al abismo, me arrastró con su mano”. Y el 12 de junio: “He sufrido un sueño en el que me arrancaba la piel y tenía otra debajo, me crecían pelos en la lengua… ¡Horrible!”.

Apenas rastro de la muerte en su diario, tan obsesiva en su obra. Félix Francisco Casanova era un joven vital, extrovertido, entre amigos y ruidos siempre y, sin embargo, burlaba continuamente a la muerte, como el protagonista inmortal de su novela. El último poema que escribió lo tituló “Eres un buen momento para morirme”, dedicado a María José Sánchez Pinto, la que fue brevemente su novia.

Intensa relación con su padre
El joven poeta era un lector voraz, gracias en parte a la biblioteca de su padre, Félix Casanova de Ayala, con quien mantuvo una relación tensa e intensa. Se tenían una admiración mutua que no esquivaba las continuas y acaloradas discusiones sobre poesía. Firmaron juntos el poemario Cuello de botella. La personalidad del padre merecería un capítulo aparte en este relato. Poeta de la generación postista, odontólogo, comunista, muy conocido en la sociedad canaria, fundó con otros colegas el partido Unión del Pueblo Canario. Según su único hermano, cuando surgió la conciencia poética de Félix Francisco, el padre no escribió más.


"Una imagen bellamente escatológica",

dice su hermano José Bernardo Casanova, autor de la foto



El don de Vorace
Por Félix Francisco Casanova

Me siento realmente mejor. Las vírgulas de agua en la ventana desdibujan el paisaje, o quizá son mis ojos los que despliegan esta cortina de lluvia a mi alrededor. Creo que he sonreído justo como los moribundos alegres, pero tampoco en esta ocasión termino de morirme. Estoy llegando al colmo de lo grotesco.

Cuento hasta diez y me impulso hacia adelante. Mi espalda parece pegada con chicle al colchón, las sábanas son la continuación de mi piel y este sudor de animal enfermo recorriéndome el cuerpo como un pecado. Comienzo a enjaezar a la bestia de mi cerebro: la montura del razonamiento, los estribos de la lógica. Me desembarazo de la blusa del pijama como si se la quitara a un muerto. Arrastro mis pies desde el fondo de la cama, nunca pensé que fueran tan pesados. No dudo de que alguien me confunda con un zombie abandonando el ataúd. La disnea disminuye. De repente me encuentro de pie, temblando intento asirme a la cómoda, pero ya no hay cómoda sino un pequeño taburete con frascos medicinales. Atrapo uno que tiene forma de botella y lo alzo hasta mis ojos, pero no consigo unir más de dos sílabas. ¡Rayos, esto es indescifrable! (No sé si lo pienso o lo hablo). Quizás haya olvidado leer, amnesia total. Por un momento esto me parece maravilloso: saber nada y empezar de nuevo. Pero, vana ilusión, la memoria comienza a desandarlo todo y las imágenes, voces, nombres acuden a mí como la gente a la salida de un cine. Por fin acabo de leer el dichoso rótulo, pero ya las primeras sílabas se me han olvidado y no tengo ánimos para recomenzar. Con tenaz esfuerzo devuelvo el frasco al taburete y noto estar erguido, sin apoyarme en objeto alguno. Una cucarachita trepa por mi pie descalzo, la escupo con alegría, mientras se ahoga, los muebles van recuperando su color habitual e inmediatamente observo que los han cambiado de lugar. Casi a tientas busco la consola de caoba. Está justo en la otra pared, frente a la que antes ocupaba, y en seguida pienso (o digo) que es un cambio absurdo. Abro la gaveta y con un suspiro recojo mi agenda. Es preciso saber cuánto tiempo he delirado en ese horrible camastro, así es que acudo a la última página escrita. Una fecha: 2-diciembre y, con letra que cualquier grafólogo calificaría de melancólica y pesimista, leo: “Hoy es mi último día con vida (ojalá). Esta noche bajaré el telón… El demonio quiera que no se vuelva a subir”. Luego vienen toda clase de detalles sobre el revólver con que me ejecuté y algunas estrofas sarcásticas referidas a lo que en realidad ha ocurrido y que ya intuía con cierta seguridad. Más adelante, una serie de recuerdos mal hilvanados, mis libros, padres, infancia… Un beso final para Marta y la firma completa, con letra de molde: BERNARDO VORACE MARTíN.

No puedo por menos que carcajearme de este nuevo intento fallido o llorar como sólo yo he llorado. Opto por enmudecer los pensamientos y andar sonámbulo. El demonio alzó el telón. Llego a la sala de estar, que ahora es cuando realmente merece este nombre, pues antes era, en todo caso, la sala de no estar, con docenas de libros y discos a modo de alfombra y las huellas de mis vicios entecho y paredes. Ahora todo rezuma limpieza, los discos como los colocaría cualquier pulcro aficionado ylos libros en orden, según editorial o autor. El gran sofá aparece acondicionado en forma de cama: almohada, sábana, manta. A su lado mi mesilla de noche con Las Flores del Mal que yo había comenzado a leer antes del último suicidio.

Lo hojeo y observo numerosos versos subrayados con carmín, los que comparan al poeta con el pájaro albatros: “El poeta es como este príncipe de las alturas/ que asedia la tempestad y se ríe de las flechas,/ desterrado en el suelo, entre burlas,/ sus alas de gigante le impiden andar”. Pero creo que mi caso es aún más triste. Junto a Baudelaire están un vaso con agua y el tubo de cápsulas rojas. Oigo abrirse la puerta, giro la cabeza… Y ahí está, vestida de vaquera, bolsa de supermercado en mano.

- ¡Mi pequeño inmortal! -Marta con ojos llorosos- . ¡Nunca lo conseguirás, eres Dios, eres Dios! La tengo en mis brazos, los cuerpos amarrados, gritos en mis oídos. -¡Mi linda bestia ensangrentada, eres un Diablo!

Mientras me recuerda una y otra vez que no puedo ser aplastado como araña bajo zapato, me derramo de rodillas con mi rostro en sus rodillas… Lloro torpemente, como si fuese la primera vez que no muero.

http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/26538/El_don_de_Vorace



En primer plano, María José Sánchez Pinto, su novia, a quien dedicó

"Eres un buen momento para morirme". Detrás, el poeta. Foto de Alfonso Delgado

Los versos de Casanova, el Rimbaud español
Publicamos varios poemas recuperados por Demipage del autor canario, entre ellos, uno escrito cuando tenía 14 años y también sus últimos versos


Eres un buen momento para morirme
A María José

Amaneciendo y anocheciendo
a un mismo tiempo,
cariño, ¿no es ésta la forma
en que te gustaría vivir?
En mi cabeza hay un álbum
de fotos amarillentas
y lo voy completando con mis ojos,
con los más leves ruidos,
atrapando olores en el aire
y en cada sueño que sueño.
¿Sabes una cosa, pequeña?
La última página de mi álbum
tiene tu boca lluviosa mordiéndome un labio,
un disco de rock'n'roll
y calcetines de colores.
Mis ojos han sido rápidos,
te he hecho el amor con la ropa puesta
a través de una
larga pajita dorada
mientras cruzabas la calle
con el cabello ardiendo.
Pero ahora son tus pies
quienes dan mis pasos,
¡así que no te equivoques
pues me caería!
Te bebo en cada vaso de agua
que sacia mi sed,
mis palabras son claras como niños pequeños
o espesas como semen empapando cortinas,
pero hoy tengo que inventar
un nuevo idioma
para conversar con tus tiernos maullidos eléctricos
y los gritos de euforia
de la gente que vive en tu cabeza.
Debes saber que a veces
soy como un entierro interminable,
siempre triste y azul
subiendo y bajando
por la misma calle.
Pero otras veces soy un río de risa
corriéndome por toda la ribera,
haciendo el amor a la mar,
una felicidad contagiosa,
un revólver de amor, nena,
y voy a disparar justo a tu corazón
¡bang bang!
¿te di?
Quiero arrollarte, enrollarte y arrullarte,
montaña de aguardiente
y tarde rojiza.
Eres un buen momento para morirme.

(14 de diciembre del 75. último poema)


A veces cuando la noche me aprisiona

suelo sentarme frente a una cabina
telefónica
y contemplo las bocas que hablan
para lejanos oídos.
Y cuando el hielo de la soledad
me ha desvenado, los barrenderos moros
canturrean tristemente
y las estrellas ocupan su lugar,
yo acaricio el teléfono
y le susurro sin usar monedas.

(Enero de 75)


Muro

Cargado de ausencias, de sabios y grillos,
el hombre se estrella en la hueca noche
con el olfato averiado y la brisa fumando su fiebre.

En el volumen del tiempo,
la fe se tropieza arruinada
y el turbio gemido de las cloacas se extiende
con la sed en el rumbo plúmbeo.
Sin trabajar el sudor,
sin que tus visiones te ingieran,
así se espera el nuevo amanecer
(con algo más de fuego en los bolsillos).

Luego, en el séptimo despertar,
las eternas ojeras te calumnian
y las orugas siguen presas en el muro.
Este viejo sol está harto de brillar.

(Este poema no ha sido editado en ningún libro. Lo escribió Casanova a los catorce años)

http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/26569/Los_versos_de_Casanova_el_Rimbaud_espanol

27/1/10

Cenamor presenta su nuevo poemario en Leganés


El próximo jueves 4 de febrero de 2010 presentará en Leganés su nuevo poemario Francisco Cenamor. El poemario, que lleva por título “Casa de aire”, ha sido editado por Amargord Ediciones.

El acto se desarrollará a las 20 horas en el Centro Municipal Juan Muñoz (C/Juan Muñoz, 9).

Hará la presentación del libro el poeta Santiago Gómez Valverde.

Este poemário será nuestra próxima víctima en la autopsia de cada mes.

Nuevo poemario de Juana Castro (Presentación en Jerez)


24/1/10

Recital en Aranda de Duero

Javier Pascual ha vuelto a montarla en su tierra. Está deseando que sus paisanos escuchen la buena poesía de sus amigos, y no ha esperado al verano para montar un nuevo recital. Allí estarán:

Paula Castilla
Jorge Muñiz
Dioni blasco
Javier Belinchón
y Ada Menéndez





Sábado 30 de enero

20: 00 horas

Café dEsIgUaL

Aranda de Duero

21/1/10

SÓLO UNA COSA OS PIDO






SÓLO UNA COSA OS PIDO
(Ride on, el deseo de una sombra)

Una cosa está clara:
algún día,
tengo que morir.

No me asusta,
no le tengo miedo
adiós,
bye-bye,
nos vemos

Pero no quiero agonías
ni enfermedades terminales.
No quiero saberlo
hasta unos instantes antes
de que llegue el momento.
Si no es así,
ya me cuidaré yo
de poner fin
al futuro.


Entonces,

sólo una cosa os pido:

que alguno de vosotros
se ocupe de mi levedad,



que camine
en la mañana
por las sendas de La Fuenfría,
que busque
el mirador
de aquel cuya casa
siempre estaba encendida,
que contemple
el paisaje
a sus pies
y vuelva
la mirada
hacia Siete Picos
–la imagen de mi vida–,
que suene
el blues
más lento
y lastimero,
más profundo,
aquel blues
que llegaba
a mi cabeza
cuando las dudas,
cuando el vacío,
cuando el abismo;
que suene
el Ride On,
que desgarre
Bon
la quietud
del bosque,
que suene
muy alto
el dibujo de la guitarra
para que esas montañas
se enteren
de que he llegado

y,

después,

que vuelque
despacio
mis cenizas
sobre la piedra
labrada con poemas.

Será entonces,
–y sólo entonces–,
cuando el mundo
en forma de viento
decida mi destino.


© Bacø, 2010






Otra noche solitaria
en otra solitaria ciudad
no soy demasiado joven para preocuparme
ni demasiado viejo para llorar
cuando una mujer me deja tirado.

Otra botella vacía
y otra cama vacía
no soy demasiado joven para admitirlo
ni demasiado viejo para mentir
soy exactamente un cabeza hueca.

Porque estoy solo
porque soy un solitario,
pero sé lo que quiero hacer.

Quiero montar (viajar)
montar
montar
Por el borde de la carretera
montar
El dedo al aire
montar
Uno de estos días
montar
Quiero cambiar mi malvado camino
montar
Hasta entonces yo estaré montando.

He roto otra promesa
he roto otro corazón
pero no soy demasiado joven para darme cuenta
como no soy demasiado viejo para intentarlo,
intentar volver a la salida (al principio).

Y esa es otra luz roja de pesadilla
otra calle con semáforo rojo
y no soy demasiado viejo para apresurarme
porque no soy demasiado viejo para morir
estoy seguro que todavía puedo golpear duro.

Pero estoy solo
¡Dios, estoy solo!
¿qué quiero hacer?
Montar
montar
conseguir un billete de ida
montar
montar
yendo por la carretera equivocada
montar
quisiera cambiar mi malvado camino
montar
uno de estos días
uno de estos días…(tengo que cambiar)

Montar
montar
quiero montar
montar
buscando un carro (camión)
montar
montar
seguir montando
montando y montando y montando y montando... montar
montar
quiero ser mi propio Dios (libre)
montar
Oh sí
montar montar montar
uno de estos días
montar
uno de estos días... (tengo que cambiar)





*Ride on,
AC/DC,
Young, Young & Scott,
1976
(la traducción es mía)

20/1/10

Top de blogs


Gracias a vosotros, las bitácoras Al otro lado del espejo, El laberinto de Noé y Bacovicious se sitúan en el Top 20 de los blogs de literatura en el ranking de WIKIO.

Pincha aquí si quieres ver la lista completa.

18/1/10

Sôber, el regreso


Sí, amigos, vuelven los chicos de Sôber, tras seis años de separación.
Una de las mejores propuestas rockeras españolas, de nuevo rodando por las carreteras de todo el mundo (Gira en marcha: España y Sudamérica).
Hijos de Tool y A Perfect Circle, a quienes deben algo más que el título de la banda, su aparición fue un acontecimiento hace años.
Esperemos que por mucho tiempo sigan mostrando el camino del metal alternativo español.


16/1/10

Nuevo poemario de Indio Zammit

Recital poético y presentación de…

COMO UN HIELO

FLOTANDO EN AGUARDIENTE

Poemas de alcohol, dios y la muerte

por Indio Zammit

(Bohodon Ediciones - www.bohodon.es)



Martes, 19 de enero 2010 (21:00 h.)

en GRUTA’77

(C/ Cuclillo, 6 – Metro: Oporto)

Entrada gratuita


Encerrado inevitablemente en el pico de un pelícano para apurar la última noche, fue vomitado al amanecer dos años y medio después junto a restos de arenques, balas de aguardiente, corderos degollados, trapecistas del desamor, chupadores de cadáveres, Santos y Superhéroes de mentira y Dios, con todos sus disfraces, repartiendo algo más que hostias.

Afortunadamente anotó todo lo que pasó allí dentro antes de que el licor derritiese los huesos que protegen su última neurona y ahora lo convierte en este, su tercer poemario.

Indio Zammit (Chamberí, 1969) pare sin anestesia estos poemas entre el Alcohol (dolor y vida), Dios (eterna metáfora de poder) y la Muerte (consecuencia de ambos), desde la cuerda floja. Un extremo lo sujeta la influencia bukowskiana, el otro la crudeza desgarrada del romanticismo suicida.

El autor, sin perder la dureza y provocación que caracterizan su estilo, alcanza, con arriesgada sinceridad, la calidad poética y literaria que le confirman como uno de los poetas de su generación a tener en cuenta.

12/1/10

Nuevo libro de Nacho Escuín

JUEVES 14 DE ENERO, 19:30 HORAS.
LA CENTRAL DEL REINA SOFÍA, MADRID.
Presentación de Habrá una vez un hombre libre de Ignacio Escuín Borao (Barcelona, Huacanamo, 2009).
La presentación correrá a cargo de Sofía Castañón y Elena Medel.


Lástima, pero no podré asistir. Me voy a Valencia a ver que se cuece por allí (creativamente hablando).

9/1/10

David González "El amor ya no es contemporáneo", poemas y relatos 1997-2004, revisada y ampliada con "El amor sigue sin ser contemporáneo"


Acabo de cerrar las tapas del último libro publicado por David González "El amor ya no es contemporáneo", poemas y relatos 1997-2004, revisada y ampliada con "El amor sigue sin ser contemporáneo. Poemas escogidos 2005-2009" (Ed. Baile del sol, 2009). En él repasa su trayectoria poética e indisolublemente unido a ella, el camino de su vida. No puede ser de otra manera, ya que David extrae sus poemas de su propia experiencia vital.

Así, los leemos y comenzamos a ver sus paisajes de la infancia, la marca que deja haber nacido en un pueblo, San Andrés de los Tacones, sumergido por las aguas (sí, igual que a Julio Llamazares), la figura del padre estricto, sus barrabasadas en el barrio de crío, su corta adolescencia (truncada apenas comenzó por el hecho delictivo que le tuvo tres años preso), la marca de las drogas, su paso por la fábrica y su interés por la poesía tras la salida de la cárcel, las mujeres de su vida, la enfermedad crónica que le da a su existencia otra vuelta de tuerca, el amor que Ángeles y él se profesan, el revolverse aún y a pesar de todo contra lo que considera injusto o simplemente le descorazona, su absoluta sinceridad para con la tinta y el papel.

Una lectura intensa, dramática (son pocos los momentos en que David nos muestra una sonrisa) y de una hondura abisal.

Así es su poesía de no ficción y así es él. Asume todo lo que le ocurre pero sigue luchando contra el destino.

Espero que ni David (gracias, hermano, por tu agradecimiento recogido en el libro) ni sus editores (no sólo los de Baile del sol, puesto que el libro contiene poemas de sus anteriores libros, muchos de ellos publicados por Bartleby) se molesten, y recuerdo a Batania y la movida que ya conocéis.

Mi única intención es dar a conocer una poesía que admiro.


Ahí va una selección de sus poemas,
14 alfileres en la garganta:


LA LEY DE LA ORTIGA

No somos hojas de hierba.

Hierba, sí:

la hierba de las quemaduras,
el diente de león,
el rabo de zorra,
la bolsa de pastor,
la cebada de las ratas
y los ojos de los sembrados.

Hierba, sí:

la que no nace de mano de hombre
ni se educa en invernaderos
ni se vende en los escaparates de las floristerías.

Hierba, sí:

la que avanza desde las profundidades de las cunetas,
estropea vuestra conciencia de la realidad
y os esclaviza a las tijeras de podar
o a la guadaña.

No somos, vuelvo a repetirlo, hojas de hierba.

Hierba, sí.

Pero mala.

La que también, a veces, crece en el campo.

*******************


BERLÍN

Hay dos bares,
y enfrente de cada bar
un muro.

En uno se apalancan
estudiantes que piran clase,
delincuentes comunes,
jóvenes radicales,
algún que otro yonqui.

En el otro se sientan
estudiantes universitarios,
licenciados, deportistas
y matrimonios con sus hijos.

A veces paso por allí,
pero nunca me quedo
a tomar nada.
Aún no he decidido
en cuál de los dos muros

me tengo
que sentar.

*********************


HILO

una mujer agitaba
un pañuelo blanco
el once de septiembre,

en nueva york,

desde una ventana,

mientras las llamas,
como espadas corsarias,
empujaban al vacío
a sus hermanos gemelos.

¿pero por qué lo agitaba?

quiero decir:

¿estaba pidiendo auxilio?
¿estaba saludando a la cámara?
¿estaba, simplemente, despidiéndose?

¿por qué? ¿por qué lo agitaría?

no tengo la respuesta,
pero aquella tarde,
mientras le prestaba
mi atención a esa mujer,
por un momento
llegué a pensar,
quise pensar,
que tan solo estaba
sacudiendo
el polvo.


*************************


THE WARRIOR


un hombre,
30 años 32,
en una chigrería,
con su ex mujer
que trata de explicarle
y de convencerle,
hacer que entre razón,
de que no está en condiciones
de llevarse a la cría,
5 años 6,
a la que ese hombre,
su padre,
tiene cogida
por la muñeca,
mientras tira de ella,
casi arrastrándola,
hacia la puerta de la chigrería

¡quiero ir con mamá!

y yo:

boqueras,
barba de dos noches,
ojeras profundas

¡¡quiero ir con mamá!!

yo:

la napia blanca,
las manos sucias,
serrín en el suelo

¡¡¡quiero ir con mamá!!!

yo:

cartas sobre las mesas,
una botella de sidra sobre la mía,
lo justo para pagarla

¡¡¡¡quiero ir con mamá!!!

yo:

the warrior,
fuera de lugar
entre la gente del día

yo también pequeña

yo también quisiera irme con mi mamá

y no con ese tío con el que he venido,

mi colega,



tu padre.


************************


SOLO SANGRE

sobre la mesita de noche
hay una máquina de escribir.
en el carro, en vez de papel,
hay un piel roja.

vendían otros indios
en el tenderete de las postales.
les habían fotografiado
delante
de una pared
de ladrillos
de adobe rojo.
llevaban sombreros
de hongo y chalecos
de rayas.
tenían el pecho hundido.
para sostenerse
de pie
se agarraban a una botella
de whisky.

el indio
de mi máquina
de escribir
se agarra al pelo
de su caballo.

el indio
de mi máquina
de escribir
es un guerrero,
un sioux
oglala.

el ejemplo
que hay
que seguir.

me recuerda
que no debo rendirme
nunca,
que debo mantenerme
siempre

en pie
de guerra.

*******************


ALBA


se llama alba
pero no anuncia

la salida del sol:

¿te enteraste que murió turiel?

sí, tía, me enteré.
turiel, tu chorbo,
de una sobredosis,
en el piso de su camello,
a los treinta y nueve,
hace cinco años ya

se llama alba

pero no anuncia
la salida del sol:

¿y

sabes lo de su madre también?

su madre,
de la que turiel había heredado
su larga melena azabache

murió hace unos meses,
completamente sola y trastornada,
en una de esas residencias

se llama alba
pero no anuncia
la salida del sol:

y

utrillo,
el chaval que subió con vosotros a la cárcel

¿que pasa con él?

asesinó hace poco a su mujer,
que era yonqui también.
le echó gasolina por encima
y

y la quemó viva

se llama alba
pero no anuncia
la salida del sol:

tienes que escribirlo, david
tienes que escribirlo todo, tío

después recoge la pala
el cepillo
y

se aleja empujando
el carro de la basura

y

el Sol, sale

*************************


HUMILLACIÓN
para Marie-Ange.

El funcionario,
un cacho de carne con ojos
en mangas de camisa, dice:

Todas las cosas de metal que tenga
sáquelas y déjelas sobre esa mesa.

Luego, mi abuela,
apoyándose en su muleta
(hace un año se rompió la cadera
al caer de espaldas al suelo
mientras limpiaba los cristales
de la ventana de la cocina
subida encima de una banqueta),
pasa por el detector de metales
y el detector emite una serie de pitidos.

A lo mejor es la muleta, dice mi madre.

¿Puede andar sin ella?

Bueno, sí, pero no querrá...

Que se la de a usted y que vuelva a pasar.

Y mi abuela,
su largo pelo blanco recogido
en un moño por detrás de la cabeza,
un pañuelo negro cubriéndola,
hace lo que le ordenan,
y aún cojeando
consigue que el detector pite otra vez.

A ver, quítese ese pañuelo.

Mi abuela obedece.

Seguro que son esas horquillas,
así que hágame el favor de soltarse el pelo.

Mi madre explota:

¿Pero no se le cae a usted la cara de verguenza
al hacer que una persona tan mayor
tenga que pasar por todo esto para ver a su nieto?

Pero ya mi abuela, con su vestido gris,
está pasando de nuevo por el detector
con idéntico resultado
que las dos veces anteriores, y el boqueras,
un cacho de carne, dice:

¡Quítese el vestido!
Si quiere puede doblarlo y colgarlo
del respaldo de esa silla de ahí.

Mi madre está tan indignada
que no le salen ni las palabras.

Y mi abuela,
cojeando,
despeinada,
en enaguas,
consigue cruzar al otro lado del detector
de metales sin ser delatada.

Ahora ya puede vestirse y pasar al locutorio.

No tiene usted perdón de Dios, le dice mi madre.

Y mi abuela,
que al ir a ponerse el vestido
ha encontrado en un bolsillo una moneda suelta,
se acerca al boqui y le dice:

Perdón, señor, ¿sería esto lo que sonaba?

Y le pone delante de los ojos,
a modo de espejo en miniatura,
una peseta
con la cara de Franco.

********************************

HOYO K

en una discoteca de house
un domingo a mediodía
durante una fiesta de verano
sobre una pantalla fija
de gran formato
se proyectaba un documental
(imágenes reales por tanto)
sobre la sangría del Ebro
y otras famosas escabechinas
de la guerra civil española
mientras nosotros
la peña
nos metíamos en la boca
pastillas de todos los colores
esnifábamos vitamina k
(anestésico para animales
utilizado en los campos
de batalla de Vietnam)
y bailábamos
boTÁbaMOS
de cara a la barra del bar
de espaldas a la pantalla
de espaldas a la guerra
ajenos por completo
a los ideales
y a la muerte
de nuestros abuelos.

************************


REBAÑO

(dedicado al Papa Benedicto no sé qué)

si el Señor es mi pastor,
entonces,

¿quién es mi perro?


*******************************

EL POEMA

La anciana hablaba con su marido
con una voz lo suficiente
mente
clara
como para que yo,
que había llegado antes para ocuparme del micrófono,
pudiese entender, con absoluta claridad,
lo que le decía.


Lo que le decía delante de la fosa común número tres
del cementerio de Ceares, en Gijón, Asturias.

Lo que le preguntaba:

¿Pero por qué a ti, cariño?

¿Por qué tuvieron que hacerte eso, mi amor?

Con lo bueno que tú fuiste siempre,¿por qué tuvieron que asesinarte de esa forma?

¿Por qué, mi vida, por qué?

Aquella mujer, de Santander, hablaba con su compañero
como si este aún se encontrase con ella entre los vivos
y no allí,
en la fosa común número tres,
solidario con los restos de sus camaradas republicanos.

¿Pero por qué a ti, corazón?

¿Por qué tuvo que pasarte esto, mi cielo?

¿Por qué tuvieron que asesinarte de esa manera
si tú nunca le hiciste mal a nadie?

¿Por qué, vida mía, por qué?

Por eso precisamente, señora. Porque no le hizo mal a nadie.
Por eso se lo bajaron. Porque era bueno. Y ellos,

ellos no.

Sin embargo, en vez de acercarme y decírselo,
eché un candado a mis labios y me alejé de la guerra.

A eso del mediodía, se celebraba un acto conmemorativo
del setenta y seis aniversario de la II República y yo tenía que leer
un poema.

********************************


LA AUTOPISTA

ya que tanto insistes
en que me lo corte
voy a explicarte
y será la primera
y última vez que lo haga
por qué llevo el pelo largo

llevo el pelo largo
porque el ejército estadounidense
ofrecía una recompensa
de dos dólares
por cada cabellera de indio
que se le entregara
y los que la cobraron
así como los soldados
y mandos superiores
del ejército estadounidense
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo
porque el ejército franquista
en la corrada de la casa en la que nací
le rapó la cabeza
a una de las mujeres de mi familia
cuyo hombre
acababa de ser fusilado
por negarse a defenestrar
niños de pecho republicanos
y los soldados que le raparon la cabeza
así como el resto de las tropas
y mandos superiores
del ejército franquista
incluido el puto francisco franco
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo
porque en el campo de concentración de mauthausena
los deportados españoles
como ramiro santisteban
el superviviente octogenario que me lo contó
a los deportados españoles
una vez a la semana
los sábados
les hacían lo que entre ellos se conocía
como
La Autopista
esto es
les rapaban el pelo al cero
desde la frente hacia atras

la autopista

y más adelante
cuando hitler estaba perdiendo la guerra
con ese pelo
se forraban las botas de los soldados alemanes

con ese pelo

y todos esos soldados alemanes
como también los que los sábados colaboraban
en el mantenimiento de la autopista
juntos con sus respectivos mandos superiores
el hijo de la gran puta del fuhrer a la cabeza
y junto con el resto del pueblo alemán
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo
porque en la tercera galería
de la cárcel provincial de oviedo
la galería de los menores
los que mandaban en ella los kíes
en cierta ocasión me dijeron:

o te cortas el pelo tú
o te lo cortamos nosotros

y encendieron sus mecheros

y tanto ellos
como los funcionarios de prisiones
cuyo trabajo consistía precisamente
en evitar que se produjeran hechos como ese
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo por otra razón también:
muchas de las mujeres que conozco
me aseguran que con él así de largo
estoy mucho más guapo
y aparento muchos menos años de los que tengo

así que en vez de estar dándome la brasa a todas horas
con que a ver cuando voy a que me corten el pelo
mejor te callabas la puta boca

eh
y te dejabas
crecer el tuyo.


**************************


UN HOMBRE AFORTUNADO


Son las 09.00.
procuro no hacer ruido al levantarme.


Ángeles duerme.


Voy al cuarto de baño
y me lavo las manos
y la cara. Entro en la cocina
y enciendo el fogón eléctrico
para que vaya calentando mientras
abro mi estuche
y saco el medidor de glucosa
y le inserto una tira reactiva
y saco el pinchador
y le inserto una lanceta.


Pínchate en la parte lateral de los dedos,
me aconsejó una enfermera en el hospital,
así no perderás sensibilidad en las yemas.

Acerco la gota de sangre
al extremo de la tira reactiva.
Al cabo de medio minuto
aparece una cifra
en la pantalla líquida
del medidor de glucosa.
164.
Es decir: 34 mg por encima
del nivel normal de azúcar en sangre,
que antes de las comidas
no debería sobrepasar los 130
ni descender por debajo de 70.


A continuación, cojo la pluma precargada
(y digo pluma porque su aspecto y tamaño
son los de una pluma estilográfica)
y le retiro el capuchón
y la giro suavemente
hacia delante y hacia atrás
hacia arriba y hacia abajo
10 veces,
hasta que la insulina se mezcla uniformemente.

Luego enrosco una aguja en el extremo de la pluma,
selecciono las unidades de insulina (12)
y me inyecto en el brazo izquierdo, por debajo de la piel.


Las 09.10.


Ángeles todavía duerme.
su cabeza dentro del hueco
que ha dejado en la almohada la mía.


Vuelvo a la cocina
y me preparo el desayuno:
12 gramos de margarina,
60 de pan integral
y 200 cc de leche desnatada, sola,
con café, malta o té. Con café.


Miro a través de la ventana
mientras desayuno en silencio:

una mujer sacude una alfombra,

pasa el camión del butano,

el perro de un viejo marica
ataca ladrando a un patriarca gitano,
el gitano amenaza al perro con un bastón,
el perro retrocede pero no deja de ladrar.

Ángeles se da la vuelta en la cama.
La miro. Cómo duerme. Cómo sueña.


Y sé


que todo está bien
que no tengo ningún derecho a quejarme
que soy un hombre afortunado
que no le puedo pedir más a la vida
que es suficiente


conque ella

esté

ahí.


********************************


SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE


son las seis de la tarde
del mes de agosto.


estoy echado en la cama,
encima de la cama, desnudo.

en una mano tengo un porro,
en la otra un cigarrillo.

estoy a gusto.

acabo de follar con ángeles,
aunque ahora que lo pienso
lo que realmente hicimos fue
querernos.

por la ventana abierta de par en par
entran los tejados de mi calle,

el martillo neumático de una zanja,

alguien que arranca el coche,

niños.

tengo sueño, mucho, mucho sueño,
y lo que es mejor todavía:
por esta vez,
y sin que sirva de precedente,
tengo ganas, muchas, muchas ganas

de
soñar.


*********************************


QUE TENGAS UNA BUENA NOCHE


Suelo salir a despedirla al descansillo. Cada noche.
Cuando sale a ganarse nuestro pan con el sudor de su frente.
En una mano lleva la bolsa, o bolsas, de la basura.
En la otra, o bajo el brazo, los dos periódicos del bar.
Suelo salir a despedirla al descansillo. Cada noche.
Cuando sale a ganarse nuestro pan con el sudor de su frente.
Le arreglo el pelo. Le coloco bien el cuello del abrigo.
La beso en los labios. Que tengas una buena noche, le digo.
Mientras baja por la escalera, aún le recuerdo: Si necesitas algo,
me llamas. No importa qué hora sea
. Me llamas.
Aguardo, todavía, a que desaparezca su espalda
y desaparezca, también, de la pared, la sombra de su espalda.
A que se apague la luz
y abajo, en el zaguán, se escuche un portazo. Solo entonces
entro en casa
y cierro la puerta.


**********************


MANOS


las manos


me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer


lávate bien
las manos


no alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre

limpias


MÁS sobre"El amor ya no es contemporáneo", poemas y relatos 1997-2004, revisada y ampliada con "El amor sigue sin ser contemporáneo. Poemas escogidos 2005-2009" aquí

Foto: En el mítico Meeting Point 2009, antes de "armarla" con la ceveza.

8/1/10

Nº 36 de Panfleto Calidoscopio y nuevo número de Gaceta Virtual



Enero [nº36/2010]

Como en un calidoscopio te ofrecemos pequeñas cuentas que satisfagan o piquen tu curiosidad. Sin el apremio de agendas culturales, pero con la vista puesta en horizontes llenos de modernidad, y con la tranquilidad de quien revisa lo pasado. Visiones caleidoscópicas de nuestra cultura, eso es lo que pretendemos mostrar.

sumario

Cianotipos de Alfredo Rodríguez
Por Sonia Antón Ríos


La muerte de Bunny Munro
Por Ana Ciurans


Entrevista a Anay Sala, poeta
Por Laia López Manrique


Las misántropas
Por Natalia Zarco


El cónsul de Sodoma
Por Jordi Corominas i Julián


Knut Hamsun,soñador y conquistador
Por Juan Soto Ivars


El tutú
Por Jordi Corominas i Julián


La escritura de lo escrito
Por Anna Maria Iglesia


1969, el violento despertar
Por Clara Paolini Letamendia


De la mirada al hecho
Por Sonia Fernández Pan
Es preferible entenderse con los patos
Por Iván Humanes


Espacio inventado
Poemas de José María Parreño


Gaceta Virtual comienza el año 2010 con renovaciones estéticas y con mejores lecturas. Por ello, el número de enero les permite enlazar con una Antología Poética Argentina inclusiva a todas las provincias de este amado país que comienza a festejar sus 200 años de vida. La encontrarán en su sitio de siemprehttp://gacetaliterariavirtual.blogspot.com/

Para abrir la Antología solamente deben cliquear sobre la portada minimizada que se encuentra al pie de la misma, debajo del título publicaciones. Espero resulte todo de su agrado. Y recuerden que sus comentarios son el premio a nuestro esfuerzo.

Pincha sobre las portadas para ampliar información.

7/1/10

Música y literatura (I): Nick Cave



La muerte de Bunny Munro (fragmento)






En un enorme televisor de plasma que ocupa una esquina de la
sala en un adosado de Newhaven, Bunny cree ver, por el rabillo
del ojo, nuevas imágenes del Asesino Cornudo embistiendo entre
una estampida de compradores con su tridente característico.
Pero no puede estar completamente seguro porque una cuña de
luz crepuscular se ha desplazado sobre la pantalla desdibujando
la imagen. Con todo, sí logra detectar en los píxeles desteñidos
una sensación ya familiar de terror (reconoce los gritos horrorizados
de la multitud) y se pregunta fugazmente a qué distancia de
Brighton se halla ese capullo demente.
—Ofrecemos una línea altamente satisfactoria de elevado
rendimiento que combina lo mejor de un siglo de investigación
dermatológica con fórmulas tan exuberantes como sensualmente
placenteras —le dice Bunny a Pamela Stokes.
Bunny piensa que Pamela Stokes parece salida de una lechería
en uno de los sueños más húmedos de Poodle. Lleva una camiseta
sanguínea abierta por detrás que se tensa sobre unas tetorras marcianas
y una falda vaquera negra con arabescos de purpurina esmeralda
en cada muslo. Las cejas son perfectas y bien arqueadas.
La expresión de su rostro sugiere que lo ha visto todo: sus ojos son
dos pozos de insondable experiencia. En la mejilla izquierda tiene
una cicatriz en forma de V, como si un pajarito hubiera estado
picoteando por allí.
—¿Qué le ha pasado a su nariz? —pregunta ella.
—Mejor no pregunte —dice Bunny tocando suavemente las
puntas del papel higiénico ensangrentado—. Baste decir que el
otro tipo tiene mucho peor aspecto. —Y renuncia a más comentarios
salvo para añadir—: Al menos yo conservo la nariz.
Bunny se inclina hacia delante en la butaca y retoma su parlamento.
—Esta gama completa funciona sinérgicamente con los ritmos
naturales de la piel y la protege contra los signos de envejecimiento
prematuro, al tiempo que procura ventajas dermatológicas sin
precedentes...
—¿Os ponen a todos nombres de tiernos animalitos en... —y
Pamela señala el logo del maletín con una uña rabiosamente esmaltada
en rosa—... Eternity Enterprises?
—¿Eh? —exclama Bunny.
—Te dijo dónde vivía, ¿verdad? —pregunta Pamela mirándolo
a los ojos.
—Bueno...
—¿Cómo se llamaba?
—Eh... Poodle —dice Bunny mientras desenrosca el tapón de
una crema de manos; suspira; vaya mierda de día, piensa. ¿Es que
todas las mujeres han tenido la regla el mismo puto día?
—¿Qué te dijo de mí? —pregunta Pamela.
—Dijo que era una clienta de lo más complaciente.
—¿Ah, sí, eh? —dice Pamela, y los ojos de Bunny se nublan
ante el drama de sus pulmones llenándose de aire mustio para liberar
un contrito suspiro.
—De lo más atenta, dijo. Incluso solícita.
Bunny ve un conejito gigante envuelto en celofán instalado sobre
la repisa de la chimenea, pero antes de que haya tenido tiempo
de considerar la extraordinaria coincidencia, Pamela, que tiene
aspecto de haberse visto forzada a tomar una decisión ingrata y
funesta, se hunde en el sofá y dice:
—Sigue hablando sobre la crema de manos.
—Bien, Pamela, esta poderosa crema hidratante anti-edad
suaviza la piel y exfolia células superficiales para lograr un aspecto...
Pamela se mete una mano bajo la falda y con un sutil contoneo
de las caderas se desprende de las bragas. Son tan blancas e inmaculadas
como un copo de nieve.
—... más terso y juvenil. Su fórmula incorpora una fragancia
relajante...
Pamela se arremanga la falda y abre las piernas.
—... que suscita una sensación de... confort y... sosiego —dice
Bunny adivinando una esculpida trama de negra pelusa suspendida
sobre la raja como una bandera pirata o algo así. Cierra por un
segundo los ojos, se imagina la vagina de Avril Lavigne y las lágrimas
empiezan a resbalar por sus mejillas.
—¿Estás bien? —pregunta Pamela.
—Ha sido un día muy duro —responde Bunny secándose la
cara con el dorso de la mano.
—Tengo un presentimiento contigo —dice no sin cierta ternura.
—Ya… —dice Bunny.
—Creo que las cosas van a empeorar notablemente.
—Lo sé —replica Bunny con una lucidez repentina y mareante—.
Y eso me asusta.
Pamela adelanta las caderas.
—¿Te gustan los coños, Bunny?
Suena un ligero chasquido cuando el labio inferior de Bunny se
derrumba. Sus años protagonizan una espectacular fuga cinematográfica.
—Sí, me gustan —contesta.
—¿Cuánto?
—Los adoro —nota cómo se evapora una tremenda carga psíquica
mientras su vida se escabulle hacia el pasado.
—¿Cuánto los adoras?
—Más que nada en el mundo, más que a la propia vida.
Pamela recoloca sus caderas.
—¿Adoras mi coño? —pregunta deslizando un dedo parabólico
en el interior de su vagina.
—Sí, me encanta, me entusiasma —dice Bunny con un hilo de
voz—. Lo veneraré por los siglos de los siglos.
Pamela lo reprende suavemente.
—No me mentirías, ¿verdad, Bunny? —dice mientras su mano
izquierda describe círculos en el aire como una estrella de mar
rosa y amputada.
—Jamás, es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
Lo juro por lo más sagrado.
Pamela extrae su dedo reluciente para hacerle una señal a Bunny.
—Pues ven y píllalo —dice con voz cavernosa.
Bunny resbala de su butaca, cae de hinojos y gatea con la torpeza
de un neonato sobre la moqueta raída del adosado: un tubo de
crema en el puño, un puto cohete en los calzoncillos y una estela
de lágrimas derramadas a su espalda.



Mucho más (todo lo que yo haría con un libro mio si pudise permitírmelo: lecturas por el autor, curiosidades, audiolibro con música original de Cave), aquí

La muerte de Bunny Munro se publica en España por GLOBAL rhythm

4/1/10

Sueño poemas

A M. J. Palacios



Cada noche
al acostarme
sueño poemas.

A oscuras,
me meto en la cama,
cubro mi desnudez
y cierro los ojos.

Entonces me llegan,
poco a poco.

Como poderosas gotas de lluvia
antes de una tormenta,
llaman a mi puerta.

Me llegan así, sin pensar,
y los anoto en mi mente.

Luego,
también poco a poco,
los trabajo,
ordeno sus estrofas,
engarzo los versos en un collar,
los pulo buscando música,
olvido lo innecesario
y les hago brillar.

Estoy un buen rato así,
con los ojos cerrados,
bajo las sábanas,
hasta que todo encaja
y el descanso me llama.

Pienso entonces
que debería levantarme,
dar la luz y anotar esos poemas
en mi cuaderno.

Si es de ley, volverá
me dijo una vez mi Maestro.

Y me dejo llevar por el cansancio.



Pero al día siguiente,
por la mañana,
apenas recuerdo nada
y nada es lo que escribo
en mi cuaderno
de tapas azules.


Pienso entonces
en cuando llegue la noche
y vuelva a escribir
fantásticos poemas en sueños
que nunca
recordaré.


Baco, 2010

Imágen: El sueño de las musas, de Eduardo Narajo (Museo Reina Sofía, Madrid)

1/1/10

El poemario del mes: "Tic Tac, Toc Toc", de Isabel García Mellado


Tic Tac Toc Toc
De Isabel García Mellado
(Ed. Ya lo dijo Casimiro Parker, 2009)

Por María Jesús Silva

El poemario está construido en verso libre. Dividido en dos partes: Antes de la guerra y Mi patio de atrás. Ambas partes tienen vida propia, quizá alguna referencia difuminada en la que coinciden algunos versos, pero están definidos por secuencias diferentes.

Antes de la guerra es un recordatorio de personas, de sensaciones, de necesidades, de querer ser... Todo ello es lo que cimienta el presente desde donde escribe la autora.
Mi patio de atrás es crecer en lo que ha vivido y sentido, sin olvidar, dar pasos teniendo muy cerca los sentimientos en los que ha evolucionado.

La figura retórica que aparece de una forma perseverante en todo el poemario es la repetición simple, seguida de la anáfora. También la enumeración y el polisíndeton es una constante en la estructura de los versos, se apoya en ellos para reforzar la imagen.

Ej:
no me siento frágil cuando soy yo misma
y no soy de esas que abrazan
cuando ya es muy tarde
y no apetece
y la noche se ha ido de paseo
sin ti
por madrí

escuchar es algo
que va más allá
de tu ombligo, de tus ganas, del espejo

si pretendes romperme
para poder recomponer mis pedazos a tu modo
te advierto que corto

mientras,
entender es una cuestión de un segundo
que el siguiente no es lo mismo
(lo demás, es ir de listo)

El epifonema aparece en algunos poemas de una forma clara, cerrando la afirmación en la que se basa y en otros de una forma ambigua, como un final que podría continuar.

Ej:
las sombras de una vida mejor
son fantasmas que me asustan
con la voz de otro (...)
una vida mejor es esto
una vida mejor es dejar de recaudar promesas
y empezar a exprimirnos al jugo de lo que somos.

En muchos de los poemas aparece la paradoja, dos pensamientos que parecen irreconciliables.

Ej:
estoy cansada de luchar
contra la lucha de mí contra mí misma
estoy cansada de pensar en todas esas cosas
que me vuelven sombra y me marean
estoy cansada de confiar
estoy cansada de cansarme
de querer y de remar
de no hacer y de quemarme
de perder y de ganar
de que la vida se acabe
de salir y de entrar
de irme y de quedarme
de volar, de envidiar, de oler a gris o a verde oscuro (...)

También vemos la pregunta retórica.

Ej:
¿qué se hace cuando se cae el teatro entero
y tú eras un sueño perdido entre las butacas rojas (...)?
¿qué se hace cuando el lugar del mundo ya
no es lugar ni es mundo(...)
cuando estalla todo y ya nadie alcanza a curarlo?(...)
¿alguien sabe lo qué hay que hacer ahora?

La optación aparece en sucesivos poemas.

Ej:
si pudiera conseguir
que dejen de estallar piedras en las venas
y emplear el dolor en algo más(...)
si dejara el estómago de ahogarse
en las olas crueles como secretos
y pudiéramos volver a confiar en algo
quizá
el corazón podría salvarse.

Los verbos más utilizados son el presente, el imperfecto y el presente futuro.
Abundante adjetivación, tanto descriptivos como explicativos y calificativos.
Varían los versos largos entre mezclándose con los cortos. Encabalgamientos como forma de unión entre un verso y otro.
Ausencia de elipsis, todo está dicho de una forma clara y detallada, nada queda en silencio.

Opinión personal:

La poeta camina arropada por las gentes y los sentimientos que han ido dando forma a lo que es y a donde quiere llegar a estar. No admite el retroceso, no hay titubeos. Es una mezcla de adivinanza en la que nos va dando pistas de lo que siente y cómo lo siente, y una clara afirmación de cómo no será relegada la persona que se ha construido, por nada ni por nadie. Te puedes unir a ella o te puedes quedar afuera, ella sigue camino. Si te unes, entras en su círculo lleno de contradicciones, de disparates, de subidas y bajadas. Si te apartas, te abandona. Me ha gustado las idea tajante, afilada, casi cruel en la que proyecta lo que siente y lo que quiere vivir.



Tic Tac, Toc Toc
Isabel García Mellado

Editorial Ya lo dijo Casimiro Parker, 2009


Ofrece tu rostro a la lluvia
Por Esteban Gutiérrez Gómez

A Isabel le gusta mojarse. Igual que al pardao de Los suaves, le gusta que el agua resbale por su cara mientras los demás agachan la cabeza y buscan el resguardo que les cobije del mal de la lluvia.
Isabel es agua, es mar.
A Isabel le gusta dividirse en dos y ofrecerse, le gusta ser siempre niña, ver el mundo desde una perspectiva diferente.
A Isabel, esponja marina, le gusta empaparse de vida.
Isabel no admite tornos ni fresadoras que la pulan, no admite imposiciones de qué hacer con su vida, no quiere que nadie marque su camino, ni quiere cambiar su forma de ser.

Isabel-es
diamante y acero,
es lluvia y es océano,
es cachito de pan.

Tic Tac, Toc Toc es entonces una confesión, un proyecto de vida. Isabel García Mellado, a corazón abierto, nos muestra sus entrañas, su alma de niña sincera, la bandera de su reino que nunca querría que dejase de ondear sobre su cabeza. De ahí que el poemario destile fuerza, visceralidad, franqueza. Cuando Isabel quiere decir que le gusta follar, dice exactamente eso, que le gusta follar. No quiere metáforas que desvirtúen el sentido con palabras diferentes. Isabel, pequenyita, escribe sus pensamientos con letra naif. Un poco como ella, provoca ripios y rimas con los que desafiar al mundo, demasiado hipócrita para querer entender las cosas cuando se las llama por su nombre.

Las meditaciones sobre el tiempo (el paso del tiempo, el control del tiempo, los recuerdos), sobre el amor (entender al amor, dejarse llevar por él afectándose lo mínimo posible aún sabiendo que la huella es inevitable), el sexo (diario, continuo, apasionado, tranquilo, necesario) y su yo (la autoafirmación de estar conforme con ser quién es) son temas recurrentes en este poemario.

Dividido en dos partes, Antes de la guerra y Mi patio de atrás, Tic Tac, Toc Toc es una propuesta literaria novedosa y atractiva que les recomiendo si no son puristas o talibanes de la POESÍA. Si lo son, quizá algún día se arrepientan de no haber leído este poemario, cuando les pregunten por una mujer menuda, con ojos de gato, que siempre sonríe y que tatúa sus intestinos con versos para evitar su timidez.



yo no sé del tiempo
sé de los lazos que me unen contigo
de las raíces que me atan a la tierra
de otros ojos que gravitan en los míos
qué bien suena decir kerouac y allen ginsberg
qué bien suena decir que sabemos del tiempo
pero yo no sé del tiempo

sé de momentos compartidos
de la soledad del miedo
de lo que me gusta el frío los domingos
sé de minutos, como mucho, pero no sé del tiempo

sé de quedarme aunque no hable
sé de esperarme (de escalofríos)
sé de cansarme del camino
pero no, lo siento, no sé del tiempo

******************

que no, niña, que no
que a ti lo que te pasa es que no saben quererte

que no, linda, que no
te huelen ni te calman ni te auroran
que no te esperan
que no te escuchan
que no (qué típico) te entienden

que ni te pintan colores ni te vuelven oración
ni te cantan por las noches pura desesperación

que no te dicen que tu barriga es la más bonita y llena
que no te acarician las tetas como es debido

que no te besan la nunca
ni te empujan los días como cometas
ni te compran un nada
para que puedas ser libre

que se te ha olvidado
cómo eras justo antes
de oír las primeras palabras
y de que se posaran éstas
en las plantas de tus pies
para tejerte una sombra que no te deja
ni cuando te cortas el pelo
o te escondes detrás del sillón violeta

que ya no estás para fiestas de 2 días
ni pa dejar el tabaco
que las piscinas ya te huelen a cansancio

que se te olvida
cara guapa
cosa fina
que para derrapar nos sobran charcos
que para deshojar nos falta vida

sal llorando
pídete el bando de los piratas
tira besos con la mano
y despídete de las faldas que te estorbaron

que no, preciosa, que no
que a ti lo que te pasa
es que nadie te ha querido como tú te mereces

*****************

he aprendido a agradecer
que te traigan la verdad aunque sea fea,
tod@s lo hacemos del mejor modo que sabemos.

ahora sé que alguna gente no es tan buena

pero que el mundo está lleno
de piedras y de notas de música.

romper un árbol no va a salvarnos de nada:
ni de la culpa, ni del error, ni de la muerte

quizá sólo nos queda seguir andando
y confiar en que tod@s lo haremos
del mejor modo que sabemos y además
intentaremos saber el mejor modo de hacerlo

****************

podría volverme cuerda tranquilamente,
“hacer las cosas bien”
pensar antes de hablar
dejar de ser intermitente
beber menos
follar con calma
o desbarrancarme por mis sueños
podría ser normal
no llorar sin razones
o extrañar de repente a un amig@
con ese ansia de quién necesita su antídoto
no tener ese idilio a escondidas con las olas
y no quedarme sola cuando me da la gana
porque es que el cuerpo me lo está pidiendo a gritos
podría volverme cuerda tranquilamente
y dar explicaciones de lo que hago
y tener un motivo para todo
y dejar de imaginarme la vida a mi manera
podría destrepar lo que ya soy
pero es que entonces
dejaría
de ser
yo