El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

11/12/13

Gente simpática. La banda sonora (4): “Pequeños detalles”, de Luter

4. “Pequeños detalles”, de Luter

“Monty nos avisa que estemos preparados, que Chimo Bayo nos quiere entrevistar para su programa de radio, La casa de la Tía Enriqueta, desde Valencia. Son más de las once y media y ya han leído los últimos autores: los músicos-escritores que han amenizado la fiesta con sus directos. Busco a Antonio Yeska y no lo encuentro. Falta gente y Amparo, la hermana de Monty, me dice que están en los camerinos. Empieza Luter su actuación, la que cierra el recital, mientras voy a los camerinos. Allí están casi todos, apiñados en dos metros cuadrados: Ángel Petisme, Dani Sancet, Juan Abarca, Iñaki Estevez, las inseparables Merche y Monty, Antonio Yeska y el bajista de su grupo, Julio A. Gallego y más gente que no conozco. Las paredes amarillas, cubiertas de grafitis, no se ven. El humo espeso lo llena todo. Los petas se hacen de dos en dos, los de Herencia en una esquina, las de Valencia en la otra. Entre calada y calada, entre risas y toses, Ángel se zampa el bocadillo. Tiro algunas fotos. Ojos de rana cachonda en los rostros. Risas. Más risas. Suenan los acordes de Luter allí fuera, su vozarrón desgarrando “Pequeños detalles”. Copa de cerveza en la mano, fly en la boca, Monty me pasa el teléfono. Es Chimo Bayo que pregunta qué tal, cómo va la fiesta. Hablamos del libro, del buen ambiente que reina en el Gruta. Noto que se han callado, todos a mi alrededor beben y fuman, sonríen en silencio mientras hablo. Que en Valencia no puede ser menos, que tenemos que armarla allí. Eso me dice y le digo que sí, que vamos a ir a Valencia y que va a ser gorda y no sé cuantas cosas más. Le devuelvo el teléfono a Monty cuando acabamos de hablar. Es la entrevista más increíble que he hecho nunca. Ni siquiera sé cómo he sido capaz de centrarme, con el petardo quemándome los labios. Bebo un trago largo de cerveza y Antonio me pasa otro cigarrillo, Enciéndelo, te lo mereces."




No hay comentarios: