El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

30/5/13

En el CUESTIONARIO BÁSICO de "Cierta distancia", el blog del escritor Miguel Sanfeliu


1.- ¿Por qué escribes?

Escribo por necesidad. Al principio escribir era como realizar un exorcismo: aquietaba los demonios que me atormentaban. Ahora soy capaz de mirar más allá de las cosas, y veo un relato donde otros ven un magrebí durmiendo en tres asientos del metro, por ejemplo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Depende de qué sea lo que escribo. La poesía no tiene manías, surge donde surge y allí mismo queda plasmada en un cuaderno que siempre me acompaña. Los relatos suelen nacer de mis observaciones de la realidad, como un chispazo, que también queda apuntado en ese cuaderno. Los maduro en mi paseo cotidiano por los alrededores de mi ciudad y los escribo en mi estudio cuando tengo un mínimo de dos horas tranquilas frente al ordenador. No siempre es así, hay veces que corro hasta el estudio para volcar lo que tengo en la cabeza sin cuidar forma, ortografía y demás reglamentaciones, dando prioridad a la historia. En este sentido soy muy Poli, muy Cortázar.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

En toda mi obra publicada y en muchas de las narraciones guardadas en cajones hay una temática común: la condición humana y la posibilidad de los hombres de alterar su destino, de tomar las riendas de su vida, de convertirse en su propio dios.  Yo, por supuesto, no me había dado cuenta de ello, es un tema que se me impone desde el subconsciente, pero un fiel lector me lo hizo ver, y, efectivamente, es así.

Seguir leyendo aquí

24/5/13

Una recomendación: "Trilobites" de Breece D´J Pancake



Para ser honesto, abandoné la lectura de los cuentos en la página 100. Fue una recomendación encarecida de Alex Portero (que nunca falla cuando recomienda un libro si vas a la librería Antonio Machado de la calle Fernando VI en Madrid). El libro quedó en medio de la torre de lecturas, enterrado por las novedades que van llegando. Hace algunos días lo recuperé y seguí con la lectura. Era el momento. Me había perdido lo mejor. Relato tras relato empezó a asombrarme Breece D´J Pancake, dueño de un estilo propio que deja regusto agrio en la garganta, pero que engancha. 

Cuando acabé de leerlo volví con los primeros cuentos, los saboreé de otra manera, pero a mi juicio el libro va de menos a más y es una magnífica recomendación.

Trilobites de Breece D´J Pancake. Ed. Alpha Decay.

21/5/13

Un poema de la última cosecha: "Publicidad"




PUBLICIDAD

No necesito disparar
para sentirme     seguro,
ni necesito dar voces
para imponer      mi criterio.

No necesito seducir
para creerme querido,
ni necesito hacer fuego
para llamar     la atención.

No necesito todo eso
por lo que la mayoría de la gente
se esfuerza.

Ni dinero     ni coche   
ni vivienda en propiedad
ni caja fuerte   de siete pulgadas
ni banco    (¡ladrones!)
ni televisión de plasma
ni robot de cocina
ni vacaciones en el Caribe
ni viajar a Nueva York
ni comer en restaurantes pijos
ni zapatos de Manolo
ni ropa de esa     que enseña la etiqueta
ni teléfono    
de última    
generación.

No lo necesito.

No.

Bacø, 2013

8/5/13

Poesía & Blues:El viernes 10 de mayo "NO TE CORTES" en El Dino, con Miguel Ángel Cortés y con Bacø


El viernes 10 de mayo "NO TE CORTES" en El Dino, con Miguel Ángel Cortés y con Bacø




NO TE CORTES es un poemario que contiene construcciones poéticas elaboradas durante los últimos 10 años. Verá la luz durante unos minutos el viernes 10 de mayo. Luego, como las flores del hibisco, morirá, porque si se publica será bastante diferente a lo que el viernes podréis escuchar.

Para esta perecedera aventura me acompañara con su guitarra y su voz de bluesman Miguel Ángel Cortés. MAC ha sido cantante, guitarrista y compositor de bandas cañeras como Over Load, y más recientemente de proyectos cercanos al blues y al jazz como Killing Jazz y, ahora, Crazy Cabin. Nos ofrecerá temas de su repertorio personal, muy unidos a los poemas que recitaré.

Creo que será una bonita noche.

VIERNES 10 DE MAYO
21:00 HORAS
El dinosaurio todavía estaba allí

NO TE CORTES

BACØ, poemas 
& MAC, blues

6/5/13

"Cuentos de horror", de Horacio Quiroga



Cuentos de horror
Horacio Quiroga

Ilustraciones de Alejandro Santos
Ed. Traspiés
Colección Vagamundos, libros ilustrados


Horacio Quiroga tiene el honor de ser el primer cuentista, nombrado como tal, en lengua castellana. Hasta entonces no se distinguía la figura del cuentista de la del novelista, siendo todos los escritores meros narradores. Quizá nunca se debería haber hecho esa separación, o nunca se debería haber creado esa etiqueta, la de cuentista, pero así fue. El hecho ocurrió en 1926, año del nacimiento del cuento moderno en castellano.

Yo, claro, no lo sabía, pero he podido leerlo en el esclarecedor prólogo que Federico Villalobos hace de Cuentos de horror, una antología ilustrada de cuentos de Horacio Quiroga. Así pues, debo poner en un altar al autor uruguayo aunque solo sea porque con el nació el género literario narrativo más completo y sublime que existe, así reconocido por las civilizaciones asiáticas y árabes desde el principio de los tiempos: el cuento, la narración breve, el relato en lengua castellana.

Lo que si sabía era la negra historia que rodeó la vida de Horacio Quiroga, su íntima y extensa relación con la muerte. En Quiroga lo negro era el estado habitual, y las desgracias y los horrores eran algo casi cotidiano. Sabemos que existen este tipo de personas, capaces de atraer las desdichas sobre ellas mismas. Por eso lo más normal era que sus cuentos versasen en múltiples ocasiones sobre la muerte y sus espantos, sobre todo cuando la realidad se convierte en fantasía.

Quién no recuerda ese almohadón de plumas que succiona la vida de la mujer que descansa sobre él. Cuento aterrador, que consiguió en su momento arruinar cientos de criaderos y secaderos de plumas de aves de corral. Como discípulo aventajado de Poe, sembró la inquietud con sus cuentos, pero tuvo el acierto de situar sus historias en la realidad, en espacios cotidianos y, sobre todo, en la selva de la que gustaba rodearse. Y no hay más inquietud que la que se genera en la certeza diaria de lo vivido.

Se han seleccionado ocho de los mejores relatos de Horacio Quiroga, todos inquietantes, horrorosos, y han sido ilustrados de una forma acertadísima por Alejandro Santos, utilizando de una manera límite el contraste del negro sobre el blanco (o quizá del blanco sobre el negro). Santos ha sabido impregnarse de la magia aterradora de los cuentos y como resultado de ello nos ofrece unas imágenes impactantes, llenas de desasosiego.

Un libro este Cuentos de horror con el que la editorial granadina Traspiés continúa su senda de libros ilustrados, todo un lujo para los tiempos que corren.


 Esteban Gutiérrez Gómez, 2013

3/5/13

El viernes 10 de mayo "NO TE CORTES" en El Dino, con Miguel Ángel Cortés y con Bacø

Después de tanto tiempo en esto de la literatura, cumplo la promesa que hice y con 50 tacos ofrezco una antología con mis poemas. Se llama (por el momento) NO TE CORTES, y verá la luz durante unos minutos el viernes 10 de mayo. Luego, como las flores del hibisco, morirá, porque si se publica será bastante diferente a lo que el viernes podréis escuchar.

Para esta perecedera aventura me acompañara con su guitarra y su voz de bluesman  Miguel Ángel Cortés. MAC ha sido cantante, guitarrista y compositor de bandas cañeras como Over Load, y más recientemente de proyectos cercanos al blues y al jazz como Killing Jazz y, ahora, Crazy Cabin. Nos ofrecerá temas de su repertorio personal, muy unidos a los poemas que recitaré.

Estamos con los ensayos, y creo que será una bonita noche.





VIERNES 10 DE MAYO
21:00 HORAS
El dinosaurio todavía estaba allí

NO TE CORTES

 BACØ,  poemas 
& MAC, blues


Os dejo con el cartel provisional, obra de mi compadre Bonilla, 
pero haceros a la idea de que junto al BACØ está escrito MAC.




22/4/13

"La tristeza de las tiendas de pelucas", el nuevo libro de cuentos de Patxi Irurzun





LA TRISTEZA DE LAS TIENDAS DE PELUCAS
Patxi Irurzun



Entrañable

Según el diccionario “entrañable” es un adjetivo que viene a calificar a una persona, objeto o a un acto como íntimo, como muy afectuoso. No parece muy apropiado calificar de “entrañable” un libro de cuentos de Patxi Irurzun, dada su merecida fama de escritor cañero, comprometido, irreverente, antisocial y nada oficialista, sin embargo, es el calificativo que me viene a la cabeza cuando acabo de leer La tristeza de las tiendas de pelucas.

En esto del cuento Patxi Irurzun es un maestro, uno de los mejores. Sabe condensar en unas pocas páginas una historia, atrapa al lector desde el primer párrafo y no lo suelta hasta el final, con la respiración contenida. Mantiene la tensión narrativa, sabe salpimentar los momentos íntimos en el relato, darle la distancia precisa, esconder la información para que sea el lector el que la descubra entre líneas. Maneja todos los mecanismos que la narrativa breve ofrece al escritor, y sabe utilizarlos en el momento preciso en el que la historia, el cuento, lo demanda (punto de vista del narrador, estilo) para conseguir el efecto deseado.

He pasado unas horas divertidas, con relatos en los que podía adivinarse una ironía tan afilada como el escarapelo de un cirujano. “El vértigo de Spiderman” es un buen ejemplo de esa puya contra la actual sociedad, consumista y deshumanizada, aunque hay más referencias. “Fray Spray” es uno de mis relatos preferidos. Las andanzas del alberguero al que le roban los peregrinos del Camino de Santiago es una de las más divertidas y tristes a la vez, combinación agridulce que Patxi utiliza con maestría en muchos otros cuentos. Pero entrañables son en verdad los cuentos con los que se abre y cierra el libro. “Mi padre, los libros de Reno, Ned Flanders y los beats, todo en la misma frase” es en realidad un homenaje a la figura de su madre, que ejerció también de figura paterna con él y sus hermanos desde que el padre muere en un accidente. Una historia real, porque  Patxi Irurzun busca lo extraordinario en lo cotidiano, y sabe encontrarlo y ofrecerlo al lector. Y entrañable es “El cangrejo valiente”, una metáfora de la vida vista por un niño, mejor dicho, escrita desde el punto de vista de un niño, con toda la indefensión que le otorga su inocencia.

En resumen, otro libro imprescindible del escritor navarro, como sus diarios (Dios nunca reza y Atrapados en el paraíso) y el resto de su producción narrativa (tanto las novelas, como los libros de cuentos, que son bastantes, y que recomiendo). Unas lecturas que se agradecen, porque nos emocionan. En los tiempos que corren (malos tiempos) la literatura de Patxi Irurzun nos permite por un lado reírnos de la realidad y por otro enternecernos con las historias íntimas, muy afectuosas, que esa realidad ofrece.


Esteban Gutiérrez Gómez, 2013

17/4/13

Revista QUIMERA: Todo por el cuento


La Revista Quimera inicia una nueva etapa de la mano de Fernando Clemot, al que deseo lo mejor en esta nueva andadura. Os dejo con sus palabras.

Editorial del mes
Empezar con el cuento

Este número 354 de la revista Quimera, dedicado al cuento español actual, sirve también como presentación de un nuevo equipo de redacción. Los lectores habituales apreciarán numerosos cambios (diseño, estructura, nombres de las secciones, firmas, etc.), así como la reaparición del lema «Revista de Literatura», que creíamos imprescindible recuperar. Cada mes ofreceremos espacio tanto a la poesía como a la narrativa, el ensayo, la opinión, el teatro, el cine y cualquier otra forma de expresión artística en relación directa con la literatura, siempre por medio de textos absolutamente inéditos.
…..Un nuevo equipo que comienza con ilusión y con un compromiso expreso de que la revista continúe representando lo que ha sido durante tantos años: una herramienta al servicio del lector y de la literatura. De nada y de nadie más. Para ello trataremos de que este espacio que es Quimera pueda recoger las diferentes manifestaciones de la literatura española e hispanoamericana (autores, movimientos, experiencias, etc.), sin exclusiones reduccionistas, a la vez que mostrar parte de lo que se está haciendo fuera del ámbito lingüístico en español, con especial acento, sobre todo a lo largo de los primeros números, en las literaturas europeas.
…..Para llevar a cabo esta labor, hemos pensado que era necesario rescatar y potenciar la figura del monográfico temático como eje central de la publicación. El número que inaugura esta nueva etapa presta atención, como decía, al mundo del cuento contemporáneo en España, a través de un dossier titulado «El cuento, hoy», en el que tratamos de repasar la actualidad del género y su relanzamiento durante las dos últimas décadas. Era difícil contenerlo todo en un solo monográfico, aunque hemos mostrado muchas opiniones importantes de autores, editores y críticos. Faltan algunos, sin duda, pero creo que hemos sabido reunir a bastantes de los imprescindibles. Cuenta el número también con relatos inéditos de Gonzalo Calcedo y de Ángel Zapata, dos de las figuras más notables de la narrativa breve actual. Además, ofrecemos nuevas secciones de creación dedicadas al microrrelato (Raúl Brasca), la poesía (Jordi Doce), el ensayo (Jordi Gracia) y el teatro (José A. Sánchez) que, junto a la presencia de varias firmas de prestigio en calidad de columnistas (Ricardo Menéndez Salmón, Eduardo Moga y Leonardo Valencia, en este caso), componen el grueso de un número muy laborioso en su preparación, pero que entendemos que puede ser de interés para un amplio público y que servirá igualmente para familiarizar al lector con el nuevo formato de la revista.
…..Para todos nosotros, y durante mucho tiempo, Quimera ha sido un referente ineludible de la cultura española. Sabemos que recibimos una herencia de prestigio, conocemos lo que ha representado esta revista y esperamos estar a la altura de las circunstancias, de su historia y de los tiempos nuevos que nos toca vivir.

Fernando Clemot
Director de Quimera. Revista de literatura

http://quimerarevista.wordpress.com

6/4/13

Número 29 de NARRATIVAS. Revista de Narrativa contemporánea en castellano



Ya está disponible para su descarga el número 29 de NARRATIVAS. Revista de Narrativa contemporánea en castellano, en dos formatos distintos: PDF, para posibilitar su impresión en papel, y EPUB, para facilitar su lectura en la mayor parte de los dispositivos digitales. La revista puede descargarse en la siguiente dirección: 


Este número consta de los siguientes contenidos:

— Ensayo
Aislamiento existencial en la mirada de „La muñeca hinchable‟ de Javier Tomeo, por Francisco Javier Higuero
Carlos Onetti… cada día escribe mejor, por Maximiliano Linares
Circularidad y ruptura en “La rambla paralela” de Fernando Vallejo, por María Pía Pasetti

— Relatos
Mare Tenebrum, por Carlos Montuenga
Harvey Keitel, por David Bombai
Dos relatos, por Zakarías Zafra Fernández
Una buena idea, por Cristian Bertolo
Sinatra, por María Dubón
El armario y los cuernos, por Amparo Arróspide
La piedra número trece, por Luis Miguel Rubio Domingo
La espada del samurai, por Jimena Tierra
La mujer que tenia alas, por José I. Alonso
La colina, por Cristina Davó Rubí
Una historia increíble, por Carlos Aymí
Quitar el rastro, por Patricia Nasello
Relatos, por Miriam Márquez
Colección, por Luis Topogenario
Detalles, por Rosa Lozano Durán
Día de mercado, por Paloma Hidalgo
Pendeja, por Axel Luchilin Krustofski
Despertar, por Alfonso María Dapena Cores
¿Los terroristas se confiesan?, por Blanca del Cerro
El veredicto, por Eva María Medina Moreno
Nada funciona, por David Lorenzo Cardiel
Soñar, por Ramón Zarragoitia
Una lágrima de cocodrilo, por Mari Carmen Moreno Mozo
La coartada perfecta, por Enrique García Díaz

—Narradores
Víctor Montoya

- Aniversarios
50 años de Rayuela, por Pedro M. Domene

- Miradas
Dos novelas resucitadas: El silencio y La pérdida del centro, por Miguel Baquero
Las
Memorias de Medardo Fraile, por José López Rueda
... Y la Catalonia cerró los ojos
, por José Vaccaro Ruiz
Las
rayas de Medardo Fraile, por José López Rueda
Escritores maniáticos,
por Víctor Montoya
El arte de mostrar
, por Marina Burana
Memorias y pensamientos de un editor: José María Gutiérrez de la Torre
, por José López Rueda

- Reseñas
“El silencio” de José María Latorre, por Miguel Baquero
 “La novela de un novelista malaleche” de Salvador Gutiérrez Solís,
por María Dubón
 “Objetos perdidos” de Miguel Baquero,
por Marcos Frey
 “La marca del meridiano” de Lorenzo Silva,
por José Vaccaro Ruiz
 “Polvo en los labios” de Montero Glez,
por Esteban Gutiérrez Gómez
 “Cabaret Pompeya” de Andreu Martín,
por José Luis Muñoz
 “Las leyes de la frontera” de Javier Cercas,
por José Vaccaro Ruiz
 “Las frutas de la luna” de Ángel Olgoso
, por Carlos Manzano
 “La puerta de bronce y otros relatos” de Raymond Chandler,
por José Luis Muñoz
 “Doctor Graesler” de Arthur Schnitzler
, por José Luis Muñoz

- Novedades editoriales

http://www.revistanarrativas.com

3/4/13

"Tiempo de espera", de Javier Pascual

El viernes estaré en Aranda de Duero, acompañando a Javier Pascual 
en la presentación de su tercer poemario, Tiempo de espera
Está plagado de poemas contundentes, de jabs directos a la frente del lector. 
La poesía, amigos, debe golpear la conciencia.

Aun hay gente, que mide
El éxito en la vida
Por la cantidad
De envidias generadas
Y el grueso
De ceros, en el banco.

Me alegra,
No formar parte
De su mundo.






Tuvieron que prohibir
El humo en los bares,
Para descubrir
Lo mal
Que olemos.




A modo de epílogo

Sigo las líneas en las palmas de las manos. Son hitos
en los que se enredan las vivencias de cada día,
miles de segundos atrás.
¿Quién dijo que los caminos no son ríos que entreguen
sus aguas preñadas de historias al mar?
¿Quién dijo que era cuestión banal apartarse de la
lucha y escribir? ¿Cómo sabríamos entonces qué ha
ocurrido?
¿Quién conoce las reglas del futuro?
Sigo encontrando el espíritu de la rotundidad en
cada poema de este Tiempo de espera. Ese golpe
final que Javier Pascual buscaba y conseguía en
aquel Coces y aullidos, su segundo poemario, el jab
de izquierdas directo al mentón. Me conmocionó
como cualquier lector al que le guste bucear en las
aguas del papel. Me hace pensar que, en aquellos
tiempos, pensar no era lo menos importante. Ni
mucho menos.
Pensar no sigue siendo lo menos importante.

El tiempo pasa ante los ojos de Javier Pascual, y no
diferencia entre días y semanas, no es esa clase de
diferencia la que le marca. Es más bien el antes o el
después de saber que la semilla ha prendido, que se

llamará Alex, y que ese sueño mitológico convertido
en realidad tiene el poder de cambiarlo todo.
Sí, ahora tiene cara el futuro y la inquietud es más
grande. Lo que se vaya a encontrar depende de nosotros,
del ahora, de lo que ahora estemos dispuestos
a sacrificar en busca del bien común. Y Javier no
sabe, pero ofrece la clave de lo que nunca ha dudado
y piensa que será la roca sobre la que se edificará su
familia:

“estaré preparado
para no dejarme
empujar
al vacío.”

La línea de la vida es vigorosa y finita, la de la salud
no deja de ser complicada, como la de cada uno de
nosotros, la de la felicidad es una línea discontinua
en una carretera llena de curvas y la de la ilusión,
la de la ilusión, amigos,
no tiene
final.

Esteban Gutiérrez Gómez (Bacø), 2012

14/3/13

Bajo la lluvia, de J. Jorge Sánchez

Precioso poemario del autor barcelonés J. Jorge Sánchez
ilustrado con fotografías de José Naveiras 
con el que se inaugura la colección 
Visual Poética de LVR[ediciones.

25/2/13

"El Laberinto de Noé", una de recuerdos




El 22 de febrero de 2007 entregué al editor la primera versión de El laberinto de Noé. Llevaba por título Pinball, porque se trataba de jugar con los 32 textos que conformaban la narración. Del flipper a las dianas, a las gomas, a las luces; por los pasillos, consiguiendo avances antes de que la máquina se traguase la bola.

Como la vida misma. Tú no eres el que juega a la máquina, eres la bola con la que juegan.

32 relatos cortos unidos por una narración más larga, una novela que iba hilando los textos.

Una novela que comenzaba así:


UN GALEÓN
EN UN MAR ESMERALDA



–Si te quieres matar bebiendo, por lo menos que sea con algo de calidad.
Eso me dijo, y dejó en el carrito de la compra una botella de Cardhu. Ni levanté la mirada. Me limité a admirar aquel vidrio ambarino de contornos redondeados. Contrastaba bien con las otras diez botellas verdes. Un galeón en un mar esmeralda. Magnífico.
Sabía quién era. Lo veía cada tarde, al otro lado del seto de aligustre. Él con su lectura, y yo con mi vaso. Los dos mirando más allá de lo que parecíamos mirar. Colocaba la hamaca bajo la higuera y se introducía en otro mundo. Horas y horas, hasta que el sol dejaba de calentar. Entonces, recogía la hamaca y subía al porche a contemplar el anochecer. En ese momento nuestras miradas se unían. También más allá. La mía, vagabunda y errada, desdibujada y nostálgica, sólo encontraba consuelo con aquel último rayo de luz.
Se precisaba con urgencia cambio para la caja siete. Eso fue lo que me sacó de la ensoñación. Él seguía allí. Mirándome casi con ternura.
–No creo que tu abuelo estuviese muy orgulloso de ti en estos momentos.
Yo tampoco lo creía. Pero me daba lo mismo. Había defraudado a todo el mundo y, sobre todo, me había defraudado a mí mismo. Opté por el camino fácil. No tengo más remedio que reconocerlo. Quitarme de en medio de todo aquel espanto. Una licencia de tres meses en el trabajo. Huir de la ciudad. Refugiarme en la casa de mi infancia. Rodearme de recuerdos atrasados para empezar de nuevo. Otra vida. Volver allí donde había equivocado el camino de mi vida. Buscar otra senda, más afín conmigo mismo. Volver a empezar. Así lo había decidido. Otra vida. Llevaba un mes en el pueblo y no había hecho más que beber. Como si me intentase anestesiar para extirparme la amargura. Dormir mi mundo. Supongo que para tener valor de suturar aquella herida en el alma. Pero era despertarme y buscar qué beber para volver a dormir. Ni siquiera había limpiado la casa. Ni siquiera la habitación en la que caía derrotado cada noche. Ni siquiera me asqueaba el olor a jugos estomacales revertidos, a piel mudada, a basura y derrota. Todo alrededor me daba lo mismo. Un galeón en el mar esmeralda.
–“Será su propio Dios”. Así acababa Noé sus muchos monólogos sobre su nieto.
Intentaba recordar. Sí, algo activaba esa frase en mi cerebro. Algo poderoso. Sí, ya me acordaba. Aquellos desayunos en la garita de madera, junto a los rieles del tren y el cambio de vía. Todavía no había amanecido. Yo salía de la casa y llevaba la tartera con la tortilla de patata recién cocinada. Todavía no había amanecido y yo salía de la casa. Cruzaba el campo, los hierbajos y las pajas que me llegaban al pecho, por la senda que cada día trazaba el abuelo. El camino diario. ¿Quién puede decir que, allí dónde nada existía, en medio del campo, una hilera de tierra como una cicatriz ha nacido de sus pies? Sólo las personas con decisión trazan nuevos caminos. Sólo ellas ven lo que nadie más ve. Sí, sólo existía esa vereda, esa minúscula senda junto a la tapia. Lo demás era selva. Iba con miedo. Sí, los ruidos del campo en la noche. Los grillos con su eterno frotar de los élitros. Con su repentina mudez al acercarme. Era como si el mar de ruidos se abriese a mi paso. Cesaban los trinos de los pájaros madrugadores, las pisadas indefinibles de los gatos o de los animales escondidos en la maleza, el roer de las ratas. Primero algo de miedo. Después no. Después me sentía enorme. Me iba agrandando al llegar al otro lado del campo. Entonces ya divisaba el perfil oscuro del resto de casas. Estaba a punto de lograrlo. La travesía. De un continente a otro. Y la tartera caliente en mis manos. El olor a comida deliciosa. A veces, incluso me atrevía a correr por aquella estrecha senda. A veces, incluso a cerrar los ojos caminando. Alguna vez gritando, cuando ya estaba a punto de salir del campo, ¡lo conseguí!
Luego se lo contaba al abuelo. Mientras comíamos esa tortilla y veíamos amanecer sobre aquel campo que parecía mucho más pequeño con la luz. Más pacífico. Menos acechante. Un mar dorado en calma. Le decía que parecía que las hierbas se apartaban a mi paso, que los animales callaban y que una extraña sensación de seguridad me inundaba. Entonces me lo decía. “Hijo, tú serás tu propio Dios”.
–Sí, eso decía…–Mantenimiento, pase por el almacén. Sección de electrodomésticos, le están esperando. Hoy aproveche nuestras ofertas del día– Como puede usted ver, estaba equivocado.
Ni siquiera pensé lo que dije. Un segundo después, sí. Confesé que era un pelele, un fracasado. Ya lo había aceptado. Eso habían significado mis palabras. “Asumo que no valgo para nada”. A continuación podía ponerme a llorar. O podía abrir una botella y beber allí mismo. O podía volver a perder la mirada en otras realidades. O podía mirarle a los ojos y entregarle parte de mi lástima por mí mismo. Su voz me sacó de la espiral.
–Estás confundido. Es lógico. Ya deberías saber que en este mundo no hay ganadores. Ni uno sólo. –Su poderosa voz de locutor, de dios terrenal me envolvía–. Ni siquiera todos esos que ahora aparecen en la televisión con sonrisa de perlas y cara de triunfo. Ni los diez primeros en la lista de milmillonarios. Te puedo asegurar que las cosas son así y, lo que es peor, que este mundo no tiene remedio. Ya lo dijo Cervantes con todo su Quijote hace cuatrocientos años. Así opinábamos también tu abuelo y yo.
Sí, era verdad. El viejo Noé no se cansaba de decirlo. Ya era sabio cuando yo era niño. Me miraba con sus ojos azules dentro del alma, y buscaba el momento oportuno para poner la larva. El Quijote, sí, su evangelio. Lo abría y leía con su voz de maestro un párrafo que había seleccionado. Lo volvía a leer, con exactamente la misma entonación, para que lo comprendiese. Luego me preguntaba ¿qué te parece? Nada. No me entero de nada, me daban ganas de decir, como en las clases de matemáticas de la escuela. Pero el abuelo se merecía ir más allá. Otro esfuerzo. Le pedía el libro, forrado con papel de periódico, manoseado, incluso con restos de grasa de las palancas del cambio de vía. Leía despacio. Intentaba comprenderlo. Y respondía con sinceridad. Es necesario conocer la verdad para diferenciarla de la mentira, eso decía. Un hilo del que tirar. Respondía sin miedo, porque aquello no era un examen. Era otra cosa, una especie de juego. Yo entonces no lo sabía, claro. “Pues yo diría que quiere decir que el mundo no va bien”.
Por primera vez le miré a la cara. Sus ojos rezumaban agua. Como si toda aquella luz artificial del hipermercado le hiciese daño en el iris. Tenía un pañuelo de tela en la mano que se aplicaba bajo los párpados, dejando que se empapase. Primero un ojo, luego el otro. Dejé de apoyar los brazos sobre el mango del carrito y me incorporé. Fue como subir a un segundo piso.
–Hace años que deseaba conocerte –me tendió su mano, huesuda y oscura, moteada de manchas–. Me llamo Julián.
Mientras aceptaba su apretón, tibio y firme, intentaba recordar si yo debía conocerlo a él. No era demasiado mayor, no tanto como Noé. Parecía conocerme muy bien, como si supiese mis secretos. Eso leía en su mirada. No, no recordaba a alguien así en aquella casa de piedra. No recordaba ni siquiera aquella casa de piedra al otro lado del aligustre. ¿Y qué había allí? ¿Qué había en su lugar? Nada. Allí no había nada. Bueno, algo sí había. Había un pozo artesiano, con su brocal de pedernal y su polea oxidada. ¿Y qué más? Había montones de tierra colmados por todo tipo de hierbas. Y había árboles frutales, y gatos que ronroneaban por la noche, y conejos de rabo blanco. Eso había al otro lado de la casa del abuelo Noé o, al  menos, eso era lo que yo recordaba. Y es que hacía tanto tiempo que no volvía por allí. Me parecía mentira, con todos aquellos años de felicidad vinculados a aquella tierra. ¿Y por qué dejé de ir? La vida. Los estudios en la ciudad, la muerte, la huída, Canadá, juventud, chicas, Ella, trabajos, Laura. Veinte años y todo aquello enterrado. Hasta que te llaman y te dicen que el abuelo ha dejado de existir y tú lloras porque le considerabas el mejor ser del planeta. ¿Y qué te importaba en realidad? ¿Por qué no acudiste a él? ¿Por qué no te preocupaste cuando ya era mayor y necesitaba  tu ayuda? La vida. El río de cada uno. Sin raíces, para el hombre es difícil ser un salmón.
Julián seguía derramando lágrimas sin llorar. La mano derecha en el bolsillo y la izquierda con el pañuelo de absorber océanos. Parecía buena gente. La chaqueta de pana, desgastada y brillante, color trigo tostado, que no debía de quitarse. Una flor en el ojal. A las doce, degustación de galletas en el quiosco del pasillo central.
–Me estaba preguntando… ¿hace mucho que conoció usted a mi abuelo?
Aquel ser de ojos de mar y voz de soprano me sonrió por primera vez.
–Mucho. Pero mucho menos de lo que me hubiese gustado.
Creo que los dos queríamos hablar de lo mismo. A él también le había fascinado la figura de Noé. No lo sabía, pero lo presentía. También se había convertido en adorador. El abuelo, ferroviario de profesión y filósofo de la vida vocacional, tenía sus adeptos. Cargué las botellas en el automóvil y acepté un café en aquel porche de piedra, al otro lado del seto de aligustre, a veinte kilómetros, subiendo el valle hasta el pie de las montañas.


Y brindo al Sol por la ilusión perdida, my friends, pero ahí queda eso que escribí hace tanto tiempo.

Bacø

21/2/13

"Disociados", un libro de culto

Os puedo asegurar que, aunque falten muchos meses de este 2013, Disociados será el libro del año, un libro que todos querríais tener dentro de algún tiempo, cuando se hable de él como se habla de los libros de culto.

Desde este blog mi más sincera enhorabuena a Marcus por la edición tan guapa que ha logrado, y a Gsús y José Ángel, por el trabajo que hay detrás de esta maravilla. Y claro está, a los cuatro jinetes de Apocalipsis. 




DISOCIADOS. antilogía
EL ÁNGEL
KARMELO C. IRIBARREN
ROGER WOLFE
DAVID GONZÁLEZ
selección de poemas y prólogo:
Gsús Bonilla + José Ángel Barrueco

ISBN 978-84-939270-6-6
232 páginas
Encuadernación rústica
Cubierta plastificado mate
Papel Munken
15 EUROS

“Disociado” como concepto de separarse de diferentes realidades poéticas para crear una nueva y única voz que viva al margen de corrientes; surgiendo una poética libre e independiente.
El libro negro es una retrospectiva de estos cuatro autores, en la que se incluyen poemas inéditos

Puedes comprarlo aquí