Cuentos de horror
Horacio Quiroga
Ilustraciones de Alejandro Santos
Ed. Traspiés
Colección Vagamundos, libros ilustrados
Horacio Quiroga tiene el honor de ser el primer cuentista,
nombrado como tal, en lengua castellana. Hasta entonces no se distinguía la figura
del cuentista de la del novelista, siendo todos los escritores meros
narradores. Quizá nunca se debería haber hecho esa separación, o nunca se
debería haber creado esa etiqueta, la de cuentista, pero así fue. El hecho
ocurrió en 1926, año del nacimiento del cuento moderno en castellano.
Yo, claro, no lo sabía, pero he podido leerlo en el
esclarecedor prólogo que Federico Villalobos hace de Cuentos de horror, una antología ilustrada de cuentos de Horacio Quiroga. Así pues, debo poner en un altar al autor uruguayo aunque solo sea porque con el nació el género literario
narrativo más completo y sublime que existe, así reconocido por las
civilizaciones asiáticas y árabes desde el principio de los tiempos: el cuento,
la narración breve, el relato en lengua castellana.
Lo que si sabía era la negra historia que rodeó la vida de
Horacio Quiroga, su íntima y extensa relación con la muerte. En Quiroga lo
negro era el estado habitual, y las desgracias y los horrores eran algo casi
cotidiano. Sabemos que existen este tipo de personas, capaces de atraer las
desdichas sobre ellas mismas. Por eso lo más normal era que sus cuentos
versasen en múltiples ocasiones sobre la muerte y sus espantos, sobre todo
cuando la realidad se convierte en fantasía.
Quién no recuerda ese almohadón de plumas que succiona la
vida de la mujer que descansa sobre él. Cuento aterrador, que consiguió en su
momento arruinar cientos de criaderos y secaderos de plumas de aves de corral.
Como discípulo aventajado de Poe, sembró la inquietud con sus cuentos, pero
tuvo el acierto de situar sus historias en la realidad, en espacios cotidianos
y, sobre todo, en la selva de la que gustaba rodearse. Y no hay más inquietud
que la que se genera en la certeza diaria de lo vivido.
Se han seleccionado ocho de los mejores relatos de Horacio
Quiroga, todos inquietantes, horrorosos, y han sido ilustrados de una forma
acertadísima por Alejandro Santos, utilizando de una manera límite el contraste
del negro sobre el blanco (o quizá del blanco sobre el negro). Santos ha sabido
impregnarse de la magia aterradora de los cuentos y como resultado de ello nos
ofrece unas imágenes impactantes, llenas de desasosiego.
Un libro este Cuentos de horror con el que la editorial
granadina Traspiés continúa su senda de libros ilustrados, todo un lujo para
los tiempos que corren.
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