El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

11/3/14

Un relato de José Luis Moreno-Ruíz (que también estará el jueves 13 en la fiesta de "Gente simpática")



Un gallego, propietario de un restaurante gallego sito en Madrid, intentó amaestrar a un pulpo, para que grácilmente moviera sus rabas al son de la gaita. Para estimular al pulpo, el gallego, mientras tocaba la gaita, rociaba con la mano libre al animal. Lo rociaba de vinagreta. El pulpo no hacía progresos en el aprendizaje de la danza. Y de tan rociado como estaba, acabó macerado en vida, tierno y sabroso de aspecto. Cuando al fin decidió el gallego matarlo y servirlo en su local, empezó el pulpo a danzar por muñeiras. Indultado por su propietario, buen danzante ya el pulpo, se hizo famosísimo. Tanto que, al cabo de un tiempo, pasó a engrosar las filas de los Coros y Danzas de la Sección Femenina del Glorioso Movimiento Nacional. De ahí ese esparrancarse —mimetismo emocionado— con fétido aroma pulposo y podrido que tenían las mujeres falangistas y danzarinas. El pulpo, buen alumno, aprendió a no cambiarse de bragas, esa condición indispensable que ya hizo de la Reina Isabel la Católica embrujo de marea baja mariscadora en los páramos de las muy nobles y muy fieles tierras de Castilla y de León.

JOSÉ LUIS MORENO RUIZÁngeles en mis cojones, Moreno Ávila, Madrid, 1989, 237 páginas.

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