ÁFRICA
Nos queda la arena,
los dorados rayos del sol,
la breve espuma de cada ola.
Nos queda el recuerdo salado,
las fotos en sepia,
la amargura de la separación.
Nos queda África.
Nos queda la arena,
los dorados rayos del sol,
la breve espuma de cada ola.
Nos queda el recuerdo salado,
las fotos en sepia,
la amargura de la separación.
Nos queda África.
© BACØ 2009
6 comentarios:
hombre esteban, hacía mucho que no leía nada de tu puño y letra.
abrzos.
voltios, angel
Siempre queda la memoria, para escribirla, para tomar secuencias de lo que no se deshace.
Siempre hay algo pendiente de anotar para que no se olvide.
Bello poema.
Besos
Estaba leyendo a Roger Wolfe y con esa desnudez de lenguaje de tu poema me has recordado a él.
Abrazos.
La esencia reside en lo no dicho. En lo que se oculta tras una simple palabra. Es llave para la cerradura de nuestros ojos y es historia que se abre.
Un beso.
Nos queda lo que deseamos, lo que soñamos lo que se nos enreda en los ojos. Muy hermoso, y gracias por compartirlo, pocas veces leo cosas tuyas en el blog y me gusta que enseñes la patita...
Cariñitos.
Gracias a todos.
Sí, siempre, a pesar de todo, nos querará África
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