El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

3/5/14

"La corbata", un poema de Ardimiento


LA CORBATA


Vamos, anímate.

Era larga y roja,
como la serpiente
más venenosa
del mundo.

La corbata,
te la tienes que poner.

Sé lo que estás pensando,
que no va contigo
y, quizás, tengas razón.
Pero no se trata de eso,
se trata de la Empresa,
de la Compañía. 
Tú eres su imagen,
piensa que cuando te miren a ti
en realidad
ven a la Organización.

Era larga y roja
como la lengua
de la sonrisa cachonda
de los Rolling Stones.

Se trata de aparentar,
bien lo sabes, nuestro traje es
como la camisa naranja del butanero,
como el mono azulado de los mecánicos,
como la capa verde de la guardia civil.

Se trata de aparentar,
ya sé, sé muy bien lo que piensas,
pero cuando logres cambiar el mundo
podrás dejar de llevarla.

Eso me decía aquel encargado,
pero queriéndome decir
que él,            también,
tuvo que pasar por ello.

La corbata,
te la tienes que poner.

Piensa que en realidad
es como si fueses disfrazado
porque el tú auténtico
siempre estará debajo,
desnudo.

Un disfraz
para engañar al mundo.

Además,
te voy a decir algo
que una vez me dijeron a mí
y que fue definitivo:
«aquel que se permita       juzgarte
por tu aspecto
no merece la pena».

Era larga y roja,
como la que llevaba
en el concierto de las Ventas
el bueno de Angus Young.

Pero no,
yo sabía que no era eso,
que no se trataba de aparentar
porque yo no necesitaba ser otro
en las horas laborales de mi vida,
las horas que se convierten en monedas
para poder vivir
el resto del tiempo.

Bacø,
con o sin corbata,
es auténtico
y, efectivamente,
le importa un huevo lo que digan
aquellos que creen en las apariencias,
así que           guárdate
   esa sonrisa falsa,
   ese hilarante silbido de hiena,
   esa mirada de superioridad,
   esos gestos de desprecio,
cuando le veas aparecer
con su traje y su corbata
en estas reuniones de poetas.

Te aseguro que conozco a muchos seres
enfundados en cueros despellejados,
y a muchos bardos de pacotilla,
de largos fulares y palabras pausadas,
que no llevan corbata
pero que han comido muchas pollas
y se han dejado dar por el culo
incluso que han vendido a sus mejores amigos
sólo para conseguir una reseña de mierda

en un periódico

de tirada


nacional.


De Ardimiento (Zoográfico Rodrigo, 2014)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Corbata, traje
tacones, maquillaje
cadenas modernas
de los oprimidos de siempre

:-)

Baco dijo...

Muy cierto.

Un abrazo,
e.