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No necesito disparar
para sentirme seguro,
ni necesito dar voces
para imponer mi criterio.
No necesito seducir
para creerme querido,
ni necesito hacer fuego
para llamar la atención.
No necesito todo eso
por lo que la mayoría de
la gente
se esfuerza.
Ni dinero ni coche
ni vivienda en propiedad
ni caja fuerte de siete pulgada s
ni banco (¡ladrones!)
ni televisión de plasma
ni robot de cocina
ni vacaciones en el Caribe
ni viajar a Nueva York
ni comer en restaurantes
pijos
ni zapatos de Manolo
ni ropa de esa que enseña la etiqueta
ni teléfono
de última
generación.
No lo necesito.
No.
Bacø, 2013
1 comentario:
¡Valiente! Poesía frente a los millones que se invierten en publicidad, frente a los cientos de comerciales que buscan crearte la necesidad.
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