El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

23/5/11

Presentación de "MUCHA POLICÍA"



viernes 3 de junio

20:30 horas

DIABLOS AZULES




No dejéis de leer este libro. Un poemario con algunos relatos que cuenta las historias de un agente de policía actual, sus vivencias y la realidad de sus actuaciones (una realidad casi siempre oculta).

Una denuncia de la despersonalización de la policía, de su deshumanización escrita bajo pseudónimo, con un acertado prólogo de Antonio Díez que, además, firma la edición.


Tuve el placer de escribir un epílogo que al parecer no han considerado publicar. A día de hoy nadie me ha dado una explicación, quizás no sea necesaria. Eso sí, algunos fragmentos de ese epílogo figuran en la contraportada, deshilvanados, sin sentido. Parece mentira, pero a día de hoy la censura existe, y el silencio cómplice, que es peor.

En fin, os dejo con el epílogo, quizá muestre algo de luz sobre esta obra que por lo novedosa y atrevida, merece la pena disfrutar.



MUCHA POLICÍA
Juan Bautista Moreno

Epílogo

Sí, al final entras en el juego. Has luchado fuerte, denunciaste lo ignominioso, lo has intentado cambiar, pero al final tú también te dejaste llevar. No te preocupes, la inmundicia nos arrastra a todos, a todos los que nos llamamos seres humanos. En nosotros está inserta esa debilidad.
Fuiste valiente, eso sí. Y escribiste bien, dejándote llevar por el corazón, que dictaba palabras de acierto. Y no, no es ficción lo que nos has mostrado. No son aventuras vividas en la cabeza ni mundos ajenos fruto de la fantasía de los sueños. Son historias reales que nos han hecho ver lo que el gorila de peluche lleva por dentro. Está bien eso de destriparlo y mostrarnos las miserias que todo “cuerpo” posee.
Serretas, caimanes, antorchas, tablillas son sustantivos nuevos, diferentes después de esta lectura. Poemas almados de sinceridad que llegaron a tus dedos para decir basta, hilados por el tiempo desde el antes al después, que nos muestran que la voluntad, en verdad, sí es quebrantable. Aunque estoy seguro, convencido, que el parásito de la poesía que cobijas, de la sensibilidad, te hubiese impedido pasar a mayores.
Poesía llena de música. Melodías obtenidas sin forzar las palabras en busca de rimas que serían, en este caso, como el traje impoluto, sin estrenar, que llevaría el muerto en su caja o las luces de navidad que adornan las calles embarradas de los suburbios. Retazos de vida, de miseria humana en la que dejas que el lector se mire, se refleje, se reconozca. Palabras que pisan sangre, como tú.
Poemas barco, como el arca de Noé, que sabes que contiene tantos tipos como los que nos rodean cada día: Cloro, Pardo, Boti, Chofas, Gallego, Travieso, Bizco o Casius, hechos de barro y de hiel.
Poemas que cuentan historias que siempre acaban con un tiro dirigido al entrecejo del lector.
Y, donde los poemas no se muestran amigables con el drama, relatas historias que permiten la polifonía coral, la sombra de personajes imborrables. Tres relatos que lograran hacerle reflexionar a ese lector que empieza a abrir los ojos, que le harán saber que la línea que separa su normalidad de esa otra vida que mira con mueca de asco, apenas está perfilada en el suelo, que los grandes corazones son siempre de los más débiles y que, por más que luche, el juego de la vida lo va a perder, como te ocurrió a ti.
Hiciste bien, en mostrarnos todo esto, Juan Bautista Moreno, quien quiera que seas o hayas sido.

Esteban Gutiérrez Gómez
Fuenlabrada, 20 de diciembre de 2009

4 comentarios:

Gsús Bonilla dijo...

eso se llama trabajar de balde, hermano.

Baco dijo...

Pues ya ves...

Antonio Díez dijo...

hola esteban,
respecto a esas acusaciones de "censura" y "silencio cómplice" me parece que te pasas tres pueblos. y te respondo porque mi nombre y apellido es el único que aparece en esta entrada, por lo que entiendo que me responsabilizas de ello. aún así no me doy por aludido, porque en mi vida he censurado nada ni a nadie, aunque sí por ofendido. tampoco entiendo que hayas querido hacer públicas estas acusaciones cuando tienes mi teléfono y cuando además hemos hablado en persona al respecto. en cualquier caso, si por algún motivo querías denunciar algo o acusar a alguien públicamente aludiéndome te agradecería que me hubieras avisado antes... en fin, un saludo

Baco dijo...

He suprimido mi comentario anterior (en fin...), no quiero una guerra entre colegas. Si alguien lo leyó, que lo olvide, como yo olvidaré “es una decisión editorial” (por cierto, buen título para un poema). Y respecto a lo que me dices, Antonio, lo único que voy a decirte es que no deberías haberte dado por aludido, porque yo no te he acusado a ti, simplemente constato unos hechos que se han producido y que no considero justos porque nadie ha sido capaz de darme una explicación y creo que aunque solo sea por la molestia que me tomé, debería haber tenido.
Un saludo,
e.