ARISTAS
Dices
que no entiendes a la
gente,
que todos parecen haberse
vuelto locos,
que el mundo es ya una
ruina,
que cada vez te cuesta
más vivir.
Dices eso,
y se forman ángulos en ti,
aristas que se van
endureciendo,
hasta convertirse en
objetos cortantes
que dificultan el abrazo.
Dices
que ya no encuentras calor
en el amor,
que la levadura ya no
crece como antes,
que hay noches en las que
te gustaría
ser otra, y luego morir.
Dices eso,
pero lamento confesarte
que has cambiado,
que los golpes en el
camino
han dado su fruto,
y la soberbia se ha apoderado de ti.
Dices
que es imposible tanta
mala suerte,
que las cosas no van nunca
bien,
que sólo quieres ser una persona normal
con derecho a la felicidad y al abandono.
Dices eso,
y rechazas la amistad si no te conforta,
y tu arrogancia le quita
necesidad al gesto
y te entregas al fuego
fatuo
a los seres incompletos de otras luna s
a los dioses tristes.
Quisiera equivocarme pero
no lo creo,
lamento decirte que has cambiado,
que no eres la misma, y presiento
que el mundo
ya no se fija
en ti.
De "Ardimiento" (Zoográfico Rodrigo, publicación en marzo de 2014)
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