El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

17/7/12

theREVOLUTIONisNOW (Así comienza la novela)


MARCOS LUJÁN





Me llamo Marcos Luján y soy escritor. No
busquen en Internet, no soy uno de esos escritores
de éxito que pueden vivir de su literatura. Son pocos,
créanme, ese tipo de escritores. Apenas un puñado..
Soy un escritor de tercera división, aunque he
publicado cuatro obras. Casi todo lo que escribo es
breve: cuento o novela corta. Eso ayuda a ser ninguneado.
Tengo mis lectores, claro está, la mayor
parte conocidos o amigos, o conocidos y amigos
de ellos. Conmigo funciona el boca a oreja. Suelen
decirme que no lo hago mal y que a ver cuándo publico
una novela como dios manda. Pero no estoy en
la literatura por el negocio, que hace unos años no
me hubiese importado, la verdad. Escribo porque
tengo la necesidad diaria de escribir. Eso es: soy
escritor porque necesito escribir, necesito poner
sobre el papel todos los universos que ocupan mi
cabeza.


Un amigo poeta dice que escribe para limpiarse
por dentro. Más o menos es lo mismo.



Con el paso del tiempo me he dado cuenta de
que los temas que elijo para mis obras tienen que ver
con el mundo y con el destino. Ahora tengo claro que
esas son mis obsesiones: la basura de mundo en el
que nos ha tocado vivir y la necesidad de encontrar
cada uno nuestro camino dentro de esta selva. Mis
cuatro libros publicados tienen ese argumento central
y mis otras obras, aún por publicar, también.


Así que, resumo: Marcos Luján, ser desubicado,
escritor de tercera.

Todo escritor tiene la pretensión de ser leído.
Yo no soy la excepción: con mis obras quiero poner
en común con los lectores todos aquellos pensamientos
que me bullen en la cabeza. Con ellos elaboro
historias y personajes.
Pero lo que en realidad intento es trasladar a
los lectores algunas claves que pueden ayudarles
a entenderse a sí mismos. Quizá sea pretencioso
por mi parte confesar esto, pero es la realidad y no
estamos en tiempo de llevar caretas y aparentar.
Esto último, por ejemplo, sería una de las claves,
una de las semillas al viento que quizá prendan y
arraiguen en la cabeza del lector.


A pesar de lo que acabo de contarles sobre mi
percepción del mundo, casi todos mis proyectos
literarios finalizan con un poso de esperanza en
el futuro. Una esperanza que está dentro de mí y
que quiero trasmitir a mis lectores: el futuro está
en nuestras manos, nosotros somos los únicos que
podemos hacerlo mejor. El poder de decisión está
dentro de cada uno, sólo hay que saberlo encontrar.
Se trata de asumir la barbaridad de mundo que nos
ha tocado vivir para buscar nuestra felicidad en él.
Claves. Más o menos así se resumen mis historias.
Eso hasta ahora, hasta hace unos meses.




Amplio la información: Marcos Luján, escritor
de tercera, maestro (antes, qué tiempos, se
nos llamaba así), cuentista, cuarenta y cinco años,
amante de los senderos en el bosque, complexión
fuerte, cabeza rapada muy a su pesar, barítono
aficionado. Iluso intelectual. Perdedor.




Sí, las cosas han cambiado.
Durante los seis primeros meses de este año
dos mil once he estado escribiendo la novela
que todo el mundo me demandaba. Al principio
disfruté trabajándola y documentándome para
ofrecer al mercado editorial un producto digno de
comercializar. Tiene un título que aparentemente
no dice nada: 13.0.0.0.0, pero que, cuando se conoce
su significado, queda grabado en la mente.


No voy a crear ansiedad. 13.0.0.0.0 es la cifra
que corresponde al último día del calendario maya,
del calendario llamado de la Cuenta Larga. Según
se está divulgando, 13.0.0.0.0 marca el final del mundo.
Ya aviso que no es así, tampoco quiero crear
confusión o aprovecharme de fechas señaladas
para vender libros como hacen algunos escritores
de esos que viven de su literatura. El calendario
maya es cíclico y esa cifra marca el cambio de época
en la vida. Un nuevo ciclo en el universo que nos
afecta a todos. No, no será el final del mundo, pero
no es menos fascinante saber la fecha exacta del
fin de la civilización actual y la del comienzo de la
próxima.


¿Y cuándo ocurrirá eso?


El 13.0.0.0.0 del calendario maya tiene una
traducción inquietante: coincide con el solsticio de
invierno del próximo año, el veintiuno de diciembre
de dos mil doce.


Ni que decir tiene que cuando supe esto, algo
campanilleó dentro de mi cerebro: el fin de la
sociedad materialista y consumista que conocemos
estaba cerca, muy cerca, y yo sería testigo. Tenía
que escribir sobre ello, aprovechar la posible ficción
para mostrar los males sociales que nos están esclavizando
y pudriendo como personas.


Ya efervescía mi cabeza, ya las ideas comenzaban
a explotar en ella, cuando más datos
empezaban a transformar previsiones en certezas.
A tenor de las llamadas profecías mayas, el cambio
ya ha comenzado. A finales del siglo pasado, concretamente
en mil novecientos noventa y nueve, se
inició un periodo de adaptación o de preparación
para participar en la nueva época. Ese periodo coincide
con una serie de fenómenos que harían que la
civilización actual muriera, que el mundo tal como
lo conocemos desapareciese. Entre esos fenómenos
me llama la atención la previsión de que el medio
ambiente se rebelaría contra los abusos que estaba
sufriendo. Enseguida lo enlazo con la realidad del
cambio climático. Me asombro. Sigo leyendo hasta
que llego a una frase que me hace abrir los ojos
y me paraliza:




‹‹Antes del fin de la civilización actual, el sistema
económico se colapsará››.



Son previsiones, profecías. No cuentan con
bases documentales suficientes, como habitualmente
ocurre con estas leyendas, pero coinciden
con la realidad que estoy viviendo.
La realidad del dos mil once.






Busco información en Internet.
‹‹Final del sistema, crac económico››

Multitud de respuestas.
ATTAC.
Aglutina varias asociaciones cívicas en todo
el mundo. Prevé el suprapoder financiero internacional
y la debacle final que se está produciendo
ahora mismo en el planeta. La globalización ha
supuesto insuflar poder sin control a las corporaciones
y a los organismos financieros que han
creado una red asocial en búsqueda del máximo
beneficio. Esto ha generado más desigualdades,
el ensanchamiento de la distancia entre ricos y
pobres y la concentración en unas pocas manos
de la riqueza. ATTAC se funda a finales del siglo
veinte (coincide con la fecha establecida por los
mayas como inicio del cambio) con la pretensión
de exigir mecanismos públicos para controlar esos
mercados, suprimir los paraísos fiscales y gravar
las transacciones de dinero. El neoliberalismo no es
sólo una opción política, es una tela de araña que
engloba todos los poderes y su fin único es exprimir
a la sociedad.




Empiezo a escribir mi historia de


‹‹esta basura de mundo se está yendo por el
retrete››.


Mis personajes son seres normales y corrientes,
que es la gente que me interesa, pero motivados
para no dejarse esclavizar, concienciados de que el
abuso materialista debe acabar ya, convencidos de
que otro mundo es posible. La historia fluye sola porque
soy capaz de vivir con ellos, de convertirme en
uno de los personajes que sale a la calle y hace saber
al resto del mundo lo que está pasando. Utilizan
Internet para comunicarse porque su revolución
no sólo afecta a un país. Son conscientes de que
el mundo está cambiando y quieren participar de
modo activo en el cambio. Frente a ellos, el resto
de ciudadanos no perciben esa alteración, ni por
un segundo piensan en ello. Sí, es un camino difícil
hacer ver al ciego, pero siguen intentándolo.




A la vez, continúo leyendo y asombrándome
del contenido de las profecías mayas. El cambio de
civilización será algo tan doloroso y definitivo como
cada persona quiera que sea. Encuentro entonces
una posible fundamentación del rayo de luz final
que caracteriza mis escritos:


‹‹Está en cada persona el afrontar el cambio de
una manera tal que éste pueda superarlo y llegar
al nuevo mundo››.




Bien, mi historia no dejará entonces de decir
‹‹asúmelo y tira para adelante››.
Realizo con estos datos unos ejercicios literarios
llamados esferas expansivas. Sirven para
verificar una compresión total del tema sobre el que
se está escribiendo. Al visionar el collage de globos
resultante descubro que, con certeza, habrá traumatismos
sociales hasta ahora inimaginables.


Empiezo a ver el futuro y no me gusta nada.
El sistema morirá matando. Antes de su caída
definitiva esclavizará a los seres humanos. No
puedo llegar a imaginar hasta dónde serán capaces
de llegar los poderes avariciosos.


La ilusión por hacer participar a los personajes
en un momento histórico se viene abajo y dejo
de escribir. Día a día el crac económico se ve más
claramente en la realidad. No puede ocultarse ya
que el propio sistema financiero es el que ha causado
todo esto. El llamado primer mundo se está
hundiendo, ya no logrará crecer más porque las
economías de los países emergentes, dirigidas por
la dictadura de las multinacionales y sus poderes
financieros, tienen en propiedad mano de obra
dócil y barata. El truco de la competitividad y de
la productividad ya no tiene sentido. El primer
mundo ha probado la miel del consumo. Se ha
generalizado el veneno y nadie asumirá recortes de
derechos, de libertades y de salarios como quieren
los empresarios y los poderes políticos. Poderes
políticos vendidos a las grandes multinacionales
y a los bancos, verdaderos señores del sistema.
La gente llana ha descubierto lo que pasa y saben
que ellos no son los culpables, que ellos no pueden
pagar por la irresponsabilidad de otros. No es justo,
y la concepción de justicia aún no está corrompida
dentro de ellos….


 
13.0.0.0.0 (theREVOLUTIONisNOW)
Esteban Gutiérrez Gómez

Canalla Ediciones, S.L.
canallaediciones@hotmail.com

ISBN: 978-84-939685-5-7






No hay comentarios: