1/12/11
"El torturador arrepentido", de Carlos Salem
Gijón, julio de 2011, Semana Negra. El tío Patxi y yo andamos de la ceca a la meca entre la presentación del libro de los rockeros, el concierto posterior y el acto terrorista que acabamos de perpetrar, presentando nuestras nuevas novelas. Paramos a tomar una sidriña frente a la carpa central. Está abarrotada. Nos preguntamos quién coño estará allí y, como somos seres curiosos, nos asomamos. Enseguida distingo al pirata Salem con su inseparable David Torres (sin puro, esto es la leche). Está hablando de su obra de teatro, de "El torturador arrepentido", y empieza a leer un fragmento de la obra. Las cuatrocientas o quinientas personas que hay bajo la carpa permanecen mudas. Es lo que se dice un silencio respetuoso, aunque yo no lo veo así. Sé que es un silencio ganado a pulso, que Carlos cuando lee sus textos tiene el poder de cautivar, que sabe hacerlo muy bien. Un silencio total que rompe con tres golpes en la mesa, pum, pum, pum, que coinciden con los del cautivo. Pum, pum, pum, y la gente que ya estaba metida en la historia de la obra se acojona, se acojona de verdad. Pum, pum, pum, la espera ya ha acabado o, quizá, vuelve a empezar.
Yo no dejaría de comprar este libro.
El torturador arrepentido
Carlos Salem
Editorial: Talentura
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