El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

2/9/15

MI MARIDO ES UN MUEBLE. Reportaje en el periódico SOYdeFUENLA

Es duro ese primer día de trabajo tras la vacaciones, ese  madrugón obligado con el que comienza la rutina de todo un año y que certifica la sensación de esclavitud cuando uno no trabaja en lo que realmente le gustaría trabajar. El gesto de incorporarme en la cama, voltear el cuerpo y posar los pies sobre el suelo, ese primer día, está lleno de telarañas que atrapan todo tipo de sensaciones.
Pero, ¡vamos!: ducha, té y  adelante, que a las siete de la mañana no hace tanto calor, que el primer cigarro caminando hacia la estación del tren sabe a triunfo, que la hierba en los parques huele a vida, que los pájaros amenizan el tránsito con su siemprefiesta y que me gusta reconocer en el camino a otras hormigas obreras y saber que, al menos, todo sigue igual. 

Ese sentimiento difuso llevo en el cuerpo cuando una de mis compañeras de viaje, una simpática obrera de antenas espejeantes con la que coincido a veces en el andén de la estación (y con la que nunca había cruzado una palabra), me pregunta, con una enorme sonrisa dibujada en los labios, por el significado del título de mi último libro. Tardo un poco en reaccionar, pero todo se despeja al mostrarme la página del periódico SOYdeFUENLA en la que aparece MI MARIDO ES UN MUEBLE.

Subimos al tren y, por primera vez, nos sentamos juntos. Le cuento y se sorprende. Me cuenta y anoto mentalmente un leve tic en la mano derecha, la tendencia a repetir argumentos para asegurase que al otro lado de la línea el receptor ha captado a la perfección el mensaje y la necesidad de hablar de ella misma en tercera persona. La historia me va gustando cada vez más, me embelesa y el tiempo pasa deprisa. Está llegando a lo mejor y la vehemencia se acentúa. La maroma de argumentos que ha esbozado coge forma y se aproxima el desenlace. Lo está haciendo muy bien, aunque es una de esas historias que no escribiría nunca, porque es un clásico lleno de dañinos tópicos. Aún así, estoy ansioso por saber cómo cuenta ese final (porque ya sé cómo acaba la historia, le delata su profunda y escondida melancolía). Sin darnos cuenta el tren está ya en la estación de Atocha y nos tenemos que apresurar a bajar. Ella no, ella sigue camino. Nos miramos un instante 
y solo se me ocurre 
desearle 
buena suerte.



Gracias Amanda y resto del equipo de SOYdeFUENLA.


SOYdeFUENLA. Nº20. Agosto 2015. Página 19.
http://soydefuenla.com/images/PDF/Edicion20.pdf


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