Acabo de cerrar las tapas del último libro publicado por David González "El amor ya no es contemporáneo", poemas y relatos 1997-2004, revisada y ampliada con "El amor sigue sin ser contemporáneo. Poemas escogidos 2005-2009" (Ed. Baile del sol, 2009). En él repasa su trayectoria poética e indisolublemente unido a ella, el camino de su vida. No puede ser de otra manera, ya que David extrae sus poemas de su propia experiencia vital.
Así, los leemos y comenzamos a ver sus paisajes de la infancia, la marca que deja haber nacido en un pueblo, San Andrés de los Tacones, sumergido por las aguas (sí, igual que a Julio Llamazares), la figura del padre estricto, sus barrabasadas en el barrio de crío, su corta adolescencia (truncada apenas comenzó por el hecho delictivo que le tuvo tres años preso), la marca de las drogas, su paso por la fábrica y su interés por la poesía tras la salida de la cárcel, las mujeres de su vida, la enfermedad crónica que le da a su existencia otra vuelta de tuerca, el amor que Ángeles y él se profesan, el revolverse aún y a pesar de todo contra lo que considera injusto o simplemente le descorazona, su absoluta sinceridad para con la tinta y el papel.
Una lectura intensa, dramática (son pocos los momentos en que David nos muestra una sonrisa) y de una hondura abisal.
Así es su poesía de no ficción y así es él. Asume todo lo que le ocurre pero sigue luchando contra el destino.
Espero que ni David (gracias, hermano, por tu agradecimiento recogido en el libro) ni sus editores (no sólo los de Baile del sol, puesto que el libro contiene poemas de sus anteriores libros, muchos de ellos publicados por Bartleby) se molesten, y recuerdo a Batania y la movida que ya conocéis.
Así, los leemos y comenzamos a ver sus paisajes de la infancia, la marca que deja haber nacido en un pueblo, San Andrés de los Tacones, sumergido por las aguas (sí, igual que a Julio Llamazares), la figura del padre estricto, sus barrabasadas en el barrio de crío, su corta adolescencia (truncada apenas comenzó por el hecho delictivo que le tuvo tres años preso), la marca de las drogas, su paso por la fábrica y su interés por la poesía tras la salida de la cárcel, las mujeres de su vida, la enfermedad crónica que le da a su existencia otra vuelta de tuerca, el amor que Ángeles y él se profesan, el revolverse aún y a pesar de todo contra lo que considera injusto o simplemente le descorazona, su absoluta sinceridad para con la tinta y el papel.
Una lectura intensa, dramática (son pocos los momentos en que David nos muestra una sonrisa) y de una hondura abisal.
Así es su poesía de no ficción y así es él. Asume todo lo que le ocurre pero sigue luchando contra el destino.
Espero que ni David (gracias, hermano, por tu agradecimiento recogido en el libro) ni sus editores (no sólo los de Baile del sol, puesto que el libro contiene poemas de sus anteriores libros, muchos de ellos publicados por Bartleby) se molesten, y recuerdo a Batania y la movida que ya conocéis.
Mi única intención es dar a conocer una poesía que admiro.
Ahí va una selección de sus poemas,
14 alfileres en la garganta:
14 alfileres en la garganta:
LA LEY DE LA ORTIGA
No somos hojas de hierba.
Hierba, sí:
la hierba de las quemaduras,
el diente de león,
el rabo de zorra,
la bolsa de pastor,
la cebada de las ratas
y los ojos de los sembrados.
Hierba, sí:
la que no nace de mano de hombre
ni se educa en invernaderos
ni se vende en los escaparates de las floristerías.
Hierba, sí:
la que avanza desde las profundidades de las cunetas,
estropea vuestra conciencia de la realidad
y os esclaviza a las tijeras de podar
o a la guadaña.
No somos, vuelvo a repetirlo, hojas de hierba.
Hierba, sí.
Pero mala.
La que también, a veces, crece en el campo.
*******************
BERLÍN
Hay dos bares,
y enfrente de cada bar
un muro.
En uno se apalancan
estudiantes que piran clase,
delincuentes comunes,
jóvenes radicales,
algún que otro yonqui.
En el otro se sientan
estudiantes universitarios,
licenciados, deportistas
y matrimonios con sus hijos.
A veces paso por allí,
pero nunca me quedo
a tomar nada.
Aún no he decidido
en cuál de los dos muros
me tengo
que sentar.
*********************
HILO
una mujer agitaba
un pañuelo blanco
el once de septiembre,
en nueva york,
desde una ventana,
mientras las llamas,
como espadas corsarias,
empujaban al vacío
a sus hermanos gemelos.
¿pero por qué lo agitaba?
quiero decir:
¿estaba pidiendo auxilio?
¿estaba saludando a la cámara?
¿estaba, simplemente, despidiéndose?
¿por qué? ¿por qué lo agitaría?
no tengo la respuesta,
pero aquella tarde,
mientras le prestaba
mi atención a esa mujer,
por un momento
llegué a pensar,
quise pensar,
que tan solo estaba
sacudiendo
el polvo.
*************************
THE WARRIOR
un hombre,
30 años 32,
en una chigrería,
con su ex mujer
que trata de explicarle
y de convencerle,
hacer que entre razón,
de que no está en condiciones
de llevarse a la cría,
5 años 6,
a la que ese hombre,
su padre,
tiene cogida
por la muñeca,
mientras tira de ella,
casi arrastrándola,
hacia la puerta de la chigrería
¡quiero ir con mamá!
y yo:
boqueras,
barba de dos noches,
ojeras profundas
¡¡quiero ir con mamá!!
yo:
la napia blanca,
las manos sucias,
serrín en el suelo
¡¡¡quiero ir con mamá!!!
yo:
cartas sobre las mesas,
una botella de sidra sobre la mía,
lo justo para pagarla
¡¡¡¡quiero ir con mamá!!!
yo:
the warrior,
fuera de lugar
entre la gente del día
yo también pequeña
yo también quisiera irme con mi mamá
y no con ese tío con el que he venido,
mi colega,
tu padre.
************************
SOLO SANGRE
sobre la mesita de noche
hay una máquina de escribir.
en el carro, en vez de papel,
hay un piel roja.
vendían otros indios
en el tenderete de las postales.
les habían fotografiado
delante
de una pared
de ladrillos
de adobe rojo.
llevaban sombreros
de hongo y chalecos
de rayas.
tenían el pecho hundido.
para sostenerse
de pie
se agarraban a una botella
de whisky.
el indio
de mi máquina
de escribir
se agarra al pelo
de su caballo.
el indio
de mi máquina
de escribir
es un guerrero,
un sioux
oglala.
el ejemplo
que hay
que seguir.
me recuerda
que no debo rendirme
nunca,
que debo mantenerme
siempre
en pie
de guerra.
sobre la mesita de noche
hay una máquina de escribir.
en el carro, en vez de papel,
hay un piel roja.
vendían otros indios
en el tenderete de las postales.
les habían fotografiado
delante
de una pared
de ladrillos
de adobe rojo.
llevaban sombreros
de hongo y chalecos
de rayas.
tenían el pecho hundido.
para sostenerse
de pie
se agarraban a una botella
de whisky.
el indio
de mi máquina
de escribir
se agarra al pelo
de su caballo.
el indio
de mi máquina
de escribir
es un guerrero,
un sioux
oglala.
el ejemplo
que hay
que seguir.
me recuerda
que no debo rendirme
nunca,
que debo mantenerme
siempre
en pie
de guerra.
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ALBA
se llama alba
pero no anuncia
pero no anuncia
la salida del sol:
¿te enteraste que murió turiel?
sí, tía, me enteré.
turiel, tu chorbo,
de una sobredosis,
en el piso de su camello,
a los treinta y nueve,
hace cinco años ya
se llama alba
sí, tía, me enteré.
turiel, tu chorbo,
de una sobredosis,
en el piso de su camello,
a los treinta y nueve,
hace cinco años ya
se llama alba
pero no anuncia
la salida del sol:
¿y
la salida del sol:
¿y
sabes lo de su madre también?
su madre,
de la que turiel había heredado
su larga melena azabache
murió hace unos meses,
completamente sola y trastornada,
en una de esas residencias
se llama alba
pero no anuncia
la salida del sol:
y
su madre,
de la que turiel había heredado
su larga melena azabache
murió hace unos meses,
completamente sola y trastornada,
en una de esas residencias
se llama alba
pero no anuncia
la salida del sol:
y
utrillo,
el chaval que subió con vosotros a la cárcel
¿que pasa con él?
asesinó hace poco a su mujer,
que era yonqui también.
le echó gasolina por encima
y
el chaval que subió con vosotros a la cárcel
¿que pasa con él?
asesinó hace poco a su mujer,
que era yonqui también.
le echó gasolina por encima
y
y la quemó viva
se llama alba
pero no anuncia
la salida del sol:
tienes que escribirlo, david
tienes que escribirlo todo, tío
después recoge la pala
el cepillo
y
se llama alba
pero no anuncia
la salida del sol:
tienes que escribirlo, david
tienes que escribirlo todo, tío
después recoge la pala
el cepillo
y
se aleja empujando
el carro de la basura
y
el carro de la basura
y
el Sol, sale
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HUMILLACIÓN
para Marie-Ange.
El funcionario,
un cacho de carne con ojos
en mangas de camisa, dice:
Todas las cosas de metal que tenga
sáquelas y déjelas sobre esa mesa.
Luego, mi abuela,
apoyándose en su muleta
(hace un año se rompió la cadera
al caer de espaldas al suelo
mientras limpiaba los cristales
de la ventana de la cocina
subida encima de una banqueta),
pasa por el detector de metales
y el detector emite una serie de pitidos.
A lo mejor es la muleta, dice mi madre.
¿Puede andar sin ella?
Bueno, sí, pero no querrá...
Que se la de a usted y que vuelva a pasar.
Y mi abuela,
su largo pelo blanco recogido
en un moño por detrás de la cabeza,
un pañuelo negro cubriéndola,
hace lo que le ordenan,
y aún cojeando
consigue que el detector pite otra vez.
A ver, quítese ese pañuelo.
Mi abuela obedece.
Seguro que son esas horquillas,
así que hágame el favor de soltarse el pelo.
Mi madre explota:
¿Pero no se le cae a usted la cara de verguenza
al hacer que una persona tan mayor
tenga que pasar por todo esto para ver a su nieto?
Pero ya mi abuela, con su vestido gris,
está pasando de nuevo por el detector
con idéntico resultado
que las dos veces anteriores, y el boqueras,
un cacho de carne, dice:
¡Quítese el vestido!
Si quiere puede doblarlo y colgarlo
del respaldo de esa silla de ahí.
Mi madre está tan indignada
que no le salen ni las palabras.
Y mi abuela,
cojeando,
despeinada,
en enaguas,
consigue cruzar al otro lado del detector
de metales sin ser delatada.
Ahora ya puede vestirse y pasar al locutorio.
No tiene usted perdón de Dios, le dice mi madre.
Y mi abuela,
que al ir a ponerse el vestido
ha encontrado en un bolsillo una moneda suelta,
se acerca al boqui y le dice:
Perdón, señor, ¿sería esto lo que sonaba?
Y le pone delante de los ojos,
a modo de espejo en miniatura,
una peseta
con la cara de Franco.
********************************
HOYO K
en una discoteca de house
un domingo a mediodía
durante una fiesta de verano
sobre una pantalla fija
de gran formato
se proyectaba un documental
(imágenes reales por tanto)
sobre la sangría del Ebro
y otras famosas escabechinas
de la guerra civil española
mientras nosotros
la peña
nos metíamos en la boca
pastillas de todos los colores
esnifábamos vitamina k
(anestésico para animales
utilizado en los campos
de batalla de Vietnam)
y bailábamos
boTÁbaMOS
de cara a la barra del bar
de espaldas a la pantalla
de espaldas a la guerra
ajenos por completo
a los ideales
y a la muerte
de nuestros abuelos.
************************
HOYO K
en una discoteca de house
un domingo a mediodía
durante una fiesta de verano
sobre una pantalla fija
de gran formato
se proyectaba un documental
(imágenes reales por tanto)
sobre la sangría del Ebro
y otras famosas escabechinas
de la guerra civil española
mientras nosotros
la peña
nos metíamos en la boca
pastillas de todos los colores
esnifábamos vitamina k
(anestésico para animales
utilizado en los campos
de batalla de Vietnam)
y bailábamos
boTÁbaMOS
de cara a la barra del bar
de espaldas a la pantalla
de espaldas a la guerra
ajenos por completo
a los ideales
y a la muerte
de nuestros abuelos.
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REBAÑO
(dedicado al Papa Benedicto no sé qué)
si el Señor es mi pastor,
entonces,
¿quién es mi perro?
*******************************
EL POEMA
La anciana hablaba con su marido
con una voz lo suficiente
mente
clara
como para que yo,
que había llegado antes para ocuparme del micrófono,
pudiese entender, con absoluta claridad,
lo que le decía.
Lo que le decía delante de la fosa común número tres
del cementerio de Ceares, en Gijón, Asturias.
Lo que le preguntaba:
¿Pero por qué a ti, cariño?
¿Por qué tuvieron que hacerte eso, mi amor?
Con lo bueno que tú fuiste siempre,¿por qué tuvieron que asesinarte de esa forma?
¿Por qué, mi vida, por qué?
Aquella mujer, de Santander, hablaba con su compañero
como si este aún se encontrase con ella entre los vivos
y no allí,
en la fosa común número tres,
solidario con los restos de sus camaradas republicanos.
¿Pero por qué a ti, corazón?
¿Por qué tuvo que pasarte esto, mi cielo?
¿Por qué tuvieron que asesinarte de esa manera
si tú nunca le hiciste mal a nadie?
¿Por qué, vida mía, por qué?
Por eso precisamente, señora. Porque no le hizo mal a nadie.
Por eso se lo bajaron. Porque era bueno. Y ellos,
ellos no.
Sin embargo, en vez de acercarme y decírselo,
eché un candado a mis labios y me alejé de la guerra.
A eso del mediodía, se celebraba un acto conmemorativo
del setenta y seis aniversario de la II República y yo tenía que leer
un poema.
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EL POEMA
La anciana hablaba con su marido
con una voz lo suficiente
mente
clara
como para que yo,
que había llegado antes para ocuparme del micrófono,
pudiese entender, con absoluta claridad,
lo que le decía.
Lo que le decía delante de la fosa común número tres
del cementerio de Ceares, en Gijón, Asturias.
Lo que le preguntaba:
¿Pero por qué a ti, cariño?
¿Por qué tuvieron que hacerte eso, mi amor?
Con lo bueno que tú fuiste siempre,¿por qué tuvieron que asesinarte de esa forma?
¿Por qué, mi vida, por qué?
Aquella mujer, de Santander, hablaba con su compañero
como si este aún se encontrase con ella entre los vivos
y no allí,
en la fosa común número tres,
solidario con los restos de sus camaradas republicanos.
¿Pero por qué a ti, corazón?
¿Por qué tuvo que pasarte esto, mi cielo?
¿Por qué tuvieron que asesinarte de esa manera
si tú nunca le hiciste mal a nadie?
¿Por qué, vida mía, por qué?
Por eso precisamente, señora. Porque no le hizo mal a nadie.
Por eso se lo bajaron. Porque era bueno. Y ellos,
ellos no.
Sin embargo, en vez de acercarme y decírselo,
eché un candado a mis labios y me alejé de la guerra.
A eso del mediodía, se celebraba un acto conmemorativo
del setenta y seis aniversario de la II República y yo tenía que leer
un poema.
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LA AUTOPISTA
ya que tanto insistes
en que me lo corte
voy a explicarte
y será la primera
y última vez que lo haga
por qué llevo el pelo largo
llevo el pelo largo
porque el ejército estadounidense
ofrecía una recompensa
de dos dólares
por cada cabellera de indio
que se le entregara
y los que la cobraron
así como los soldados
y mandos superiores
del ejército estadounidense
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque el ejército franquista
en la corrada de la casa en la que nací
le rapó la cabeza
a una de las mujeres de mi familia
cuyo hombre
acababa de ser fusilado
por negarse a defenestrar
niños de pecho republicanos
y los soldados que le raparon la cabeza
así como el resto de las tropas
y mandos superiores
del ejército franquista
incluido el puto francisco franco
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque en el campo de concentración de mauthausena
los deportados españoles
como ramiro santisteban
el superviviente octogenario que me lo contó
a los deportados españoles
una vez a la semana
los sábados
les hacían lo que entre ellos se conocía
como
La Autopista
esto es
les rapaban el pelo al cero
desde la frente hacia atras
la autopista
y más adelante
cuando hitler estaba perdiendo la guerra
con ese pelo
se forraban las botas de los soldados alemanes
con ese pelo
y todos esos soldados alemanes
como también los que los sábados colaboraban
en el mantenimiento de la autopista
juntos con sus respectivos mandos superiores
el hijo de la gran puta del fuhrer a la cabeza
y junto con el resto del pueblo alemán
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque en la tercera galería
de la cárcel provincial de oviedo
la galería de los menores
los que mandaban en ella los kíes
en cierta ocasión me dijeron:
o te cortas el pelo tú
o te lo cortamos nosotros
y encendieron sus mecheros
y tanto ellos
como los funcionarios de prisiones
cuyo trabajo consistía precisamente
en evitar que se produjeran hechos como ese
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo por otra razón también:
muchas de las mujeres que conozco
me aseguran que con él así de largo
estoy mucho más guapo
y aparento muchos menos años de los que tengo
así que en vez de estar dándome la brasa a todas horas
con que a ver cuando voy a que me corten el pelo
mejor te callabas la puta boca
eh
y te dejabas
crecer el tuyo.
y te dejabas
crecer el tuyo.
**************************
UN HOMBRE AFORTUNADO
Son las 09.00.
procuro no hacer ruido al levantarme.
Ángeles duerme.
Voy al cuarto de baño
y me lavo las manos
y la cara. Entro en la cocina
y enciendo el fogón eléctrico
para que vaya calentando mientras
abro mi estuche
y saco el medidor de glucosa
y le inserto una tira reactiva
y saco el pinchador
y le inserto una lanceta.
Pínchate en la parte lateral de los dedos,
me aconsejó una enfermera en el hospital,
así no perderás sensibilidad en las yemas.
Acerco la gota de sangre
al extremo de la tira reactiva.
Al cabo de medio minuto
aparece una cifra
en la pantalla líquida
del medidor de glucosa.
164.
Es decir: 34 mg por encima
del nivel normal de azúcar en sangre,
que antes de las comidas
no debería sobrepasar los 130
ni descender por debajo de 70.
al extremo de la tira reactiva.
Al cabo de medio minuto
aparece una cifra
en la pantalla líquida
del medidor de glucosa.
164.
Es decir: 34 mg por encima
del nivel normal de azúcar en sangre,
que antes de las comidas
no debería sobrepasar los 130
ni descender por debajo de 70.
A continuación, cojo la pluma precargada
(y digo pluma porque su aspecto y tamaño
son los de una pluma estilográfica)
y le retiro el capuchón
y la giro suavemente
hacia delante y hacia atrás
hacia arriba y hacia abajo
10 veces,
hasta que la insulina se mezcla uniformemente.
Luego enrosco una aguja en el extremo de la pluma,
selecciono las unidades de insulina (12)
y me inyecto en el brazo izquierdo, por debajo de la piel.
selecciono las unidades de insulina (12)
y me inyecto en el brazo izquierdo, por debajo de la piel.
Las 09.10.
Ángeles todavía duerme.
su cabeza dentro del hueco
que ha dejado en la almohada la mía.
Vuelvo a la cocina
y me preparo el desayuno:
12 gramos de margarina,
60 de pan integral
y 200 cc de leche desnatada, sola,
con café, malta o té. Con café.
Miro a través de la ventana
mientras desayuno en silencio:
una mujer sacude una alfombra,
pasa el camión del butano,
el perro de un viejo marica
ataca ladrando a un patriarca gitano,
el gitano amenaza al perro con un bastón,
el perro retrocede pero no deja de ladrar.
ataca ladrando a un patriarca gitano,
el gitano amenaza al perro con un bastón,
el perro retrocede pero no deja de ladrar.
Ángeles se da la vuelta en la cama.
La miro. Cómo duerme. Cómo sueña.
La miro. Cómo duerme. Cómo sueña.
Y sé
que todo está bien
que no tengo ningún derecho a quejarme
que soy un hombre afortunado
que no le puedo pedir más a la vida
que es suficiente
conque ella
esté
ahí.
********************************
SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE
son las seis de la tarde
del mes de agosto.
estoy echado en la cama,
encima de la cama, desnudo.
en una mano tengo un porro,
en la otra un cigarrillo.
en la otra un cigarrillo.
estoy a gusto.
acabo de follar con ángeles,
aunque ahora que lo pienso
lo que realmente hicimos fue
querernos.
aunque ahora que lo pienso
lo que realmente hicimos fue
querernos.
por la ventana abierta de par en par
entran los tejados de mi calle,
entran los tejados de mi calle,
el martillo neumático de una zanja,
alguien que arranca el coche,
niños.
tengo sueño, mucho, mucho sueño,
y lo que es mejor todavía:
por esta vez,
y sin que sirva de precedente,
tengo ganas, muchas, muchas ganas
y lo que es mejor todavía:
por esta vez,
y sin que sirva de precedente,
tengo ganas, muchas, muchas ganas
de
soñar.
soñar.
*********************************
QUE TENGAS UNA BUENA NOCHE
Suelo salir a despedirla al descansillo. Cada noche.
Cuando sale a ganarse nuestro pan con el sudor de su frente.
En una mano lleva la bolsa, o bolsas, de la basura.
En la otra, o bajo el brazo, los dos periódicos del bar.
Suelo salir a despedirla al descansillo. Cada noche.
Cuando sale a ganarse nuestro pan con el sudor de su frente.
Le arreglo el pelo. Le coloco bien el cuello del abrigo.
La beso en los labios. Que tengas una buena noche, le digo.
Mientras baja por la escalera, aún le recuerdo: Si necesitas algo,
me llamas. No importa qué hora sea. Me llamas.
Aguardo, todavía, a que desaparezca su espalda
y desaparezca, también, de la pared, la sombra de su espalda.
A que se apague la luz
y abajo, en el zaguán, se escuche un portazo. Solo entonces
entro en casa
y cierro la puerta.
**********************
MANOS
las manos
me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer
lávate bien
las manos
no alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre
limpias
MÁS sobre"El amor ya no es contemporáneo", poemas y relatos 1997-2004, revisada y ampliada con "El amor sigue sin ser contemporáneo. Poemas escogidos 2005-2009" aquí
Foto: En el mítico Meeting Point 2009, antes de "armarla" con la ceveza.
4 comentarios:
Un libro my bueno, Baco, precisamente, preparaba una reseña para publicarla la semana que viene en mi blog.
Un abrazo.
que vamos a decir del bro david que no sepamos. un abrazo baco y este libro es uno de los que tengo en mente comprar en breve.
Yo diría que es un libro imprescindible si no se tiene todo lo publicado por David (y si se tiene, es un buen libro para regalar.)
fuerte abrazo Javier y Ángel
Mucha suerte a DAVID. El libro me parece magnífico y además es de los que admiten relecturas, de esos que no echas al olvido, de los que siempre andan cerca de la mano.
Un abrazo
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