HIJO DE UN DEMONIO
De Aranda y lloras,
no necesito lejos otras botas,
me quedo con mis bodegas,
sencillas, humildes, sinceras.
Me envalentona el vino Ribera,
me sobran burbujas, corchos y espumosos,
bendita mi gracia torera
al balcón de Julieta lo veo gracioso.
Y te mueres de envidia,
yo, hijo de un demonio,
busca tú a tu familia.
Nos vemos lejos del cielo,
calentitos a ras de suelo
te espero, en el infierno.
Poema de Javier Pascual Ramirez perteneciente a su poemario DE MI PUÑO Y LETRA(2008)
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