Gracias:
A Rafa (Jaén), los ciclos nunca nos superan.
A Jesús Ortega por la charla de hermanastros literarios en el Piaf. Honda, como el cante.
A Miriam y Chema, por lo que saben. Pasan los años y nos queremos. Eso es más que suficiente.
A esa jovencita de acento mexicano que bajando del Generalife delante de nosotros dijo al grupo de amigas que la acompañaban: “Saben, chicas, ya acabé de leer El laberinto de Noé” (nosotros asombrados, las bocas abiertas, ¿tu crees que ha dicho?, seguro, ¿seguro?, sí, no sé si decirle... pero bueno, para qué; ya, pero es tan bonito)
Ya no estaba José Carlos (Cienvinos), ni aquella taberna decrépita (edificio en reforma) con las mejores tapas de Granada (aquellas berenjenas fritas y aquel barreño de gazpacho). Pero descubrimos otros rincones increíbles a los que volver.
9 comentarios:
¿Cómo que LA OTRA MIRADA DE GRANADA? Mi Granada es tal y como la has reflejado en estas fotos, aunque yo vivo en el "más allá", y con el frio que hace, me acerco poco al centro.
No sé qué es pero, tengo que volver.
Saludillos, Cris
¿El más allá? Pues como no sea por las tapas, mucho interés no tiene.
Granada tiene muchas miradas, todas diferentes cada vez que la volvemos a visitar, esa es su magia, un descubrimiento de luz, de color, de lugares, de gentes, de sentimientos...cada vez que nos perdemos por sus calles.
Besos
Sí, pero ¿por qué no se aplica eso de "donde has sido feliz no debes tratar de volver"?
¿Cuál es su embrujo?
Besos, Ada.
Cris: las tapas son las tapas. De tapas he comido yo algunos años...
Ya sé cuál era el bar cutre-salchichero en obras...Hoy he pasado por allí, yo también comí en él una vez.
Todo se renueva y luego aparecen otros lugares. Así es la vida.
un beso, Cris
Buenas fotos, maestro. Nos enseñas Granada con otra mirada. Veo que ha sido un viaje agradable e interesante.
Un abrazo de Mos.
Gracias por pasarte por aquí, Mos, y dejar un recuerdo. Espero que todo vaya bien.
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