Las camas calientes, las reyertas rutinarias, las luces de la golfemia y el neón del Carrefour. Todo ello está en esta novela brusca y precisa, deslenguada y frontal, que viene con acordes de rock callejero y trae noche desmadejada y, con ella, la trama del barrio y sus recovecos. Hay candor en estas páginas y hay mafia, hay pícaros de acera, de mansión y de internet, y resuenan aquí y allá la voz del ganapán y la risa del descastado. Cuadro de costumbres y esbozo del natural, pero también género negro, y pulso narrativo de relato policial: con una sopesada combinación de estos ingredientes, José Ángel Barrueco ha construido una historia que se parece mucho a la épica urbana de nuestros días.
ELOY FERNÁNDEZ PORTA
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Modo de empleo: empiece por el inicio, despójese de prejuicios, acérquese a Lavapiés de vez en cuando, no haga de todo esto un juego de buenos y malos. Disfrute de un cóctel de fragmentos literarios de intenso sabor.
DAVID REFOYO
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