ANDERGRAUN MONI
Para Carmen, muerta de risa
El editor alternativo me preguntó si yo tenía blog
y le dije que sí, claro, cómo no.
El editor me preguntó si yo tenía muchos amigotes literatos
y si husmeaban en él y leían mis tonterías
- para darle cancha gratis al libro y además lo compren, aclaró -
y le dije que sí, que dejaban comentarios y todo.
El editor me dijo si esos amigotes tenían a su vez otros blogs
y más colegas tarambanas, clónicos y líricos
- para seguir con la cadena de publicidad gratis y las pelas, añadió -
y le dije que por supuesto, éramos una gran familia bastante enrollada.
El editor me dijo si yo estaba dispuesta
a patearme por la cara todos los garitos chachi pirulis
y las radios libres y las librerías guays y las ferias perifericas del libro
para promocionar la mierda del poemario que me iba a publicar
y yo le dije que sin lugar a dudas, lo juro, cuenta conmigo.
Y entonces el editor bostezó y me dijo que vale,
que me editaban, de acuerdo, pero que antes de irse,
ya que estaba, si no me importaba mucho,
le diera un lametón a su polla
y le dejara cien duros.
(Lo he copiado de un blog amigo, pero se me ha olvidado de cuál, hay que joderse)
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