Mientras espero, recuerdo una tarde de primavera del año pasado.
Resuenan en mi cabeza, como campanadas de sal, aquellas imágenes.
El tañido del metal.
GALERADAS
La poesía es un sacrificio, no una conquista
Varlam Shalámov
me concedo el capricho
- porque no deja de ser un capricho -
de una pulsera de plata de ley,
plata maciza,
de la marca española de regalos
y bisutería uno de 50:
una pulsera de plata de ley,
plata maciza repito,
de eslabones gruesos y pesados
y cierre rectangular
como la hebilla del cinto
de mi padre:
una pulsera de plata de ley
que me llevo puesta de la tienda
en la muñeca
que sostiene el bolígrafo
con que habitualmente escribo
una pulsera de plata de ley que,
como pronto voy a descubrir,
además de satisfacer mi vanidad
desempeña otro papel:
el sonido de sus eslabones,
al chocar entre sí
o contra la superficie de mi mesa
cuando empiezo a emborronar
una cuartilla tras otra,
ese sonido, unido a su peso,
hace que la poesía que escribo
no despegue sus versos del suelo
y tenga presente, siempre presente,
bien presentes
las cadenas
que todavía arrastra.
Poema pertenenciente a En las tierras de Goliat
David González
Ediciones Baile del Sol, 2008
Poema pertenenciente a En las tierras de Goliat
David González
Ediciones Baile del Sol, 2008
3 comentarios:
Yo también me acuerdo de aquella tarde, no creo que la olvide.
También estoy deseando lo nuevo de David. Por cierto a ver si hay menos problemas para conseguirlo por aquí.
Mucha mierda David.
Besos.
¡Menuda maravilla!. Pues nada, otro a seguir. O sea, que no voy a dar a basto
Andrés: empieza por "Algo que declarar" y luego hablamos.
A tí, Ada, qué te voy a contar.
Besos y abrazos.
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