Cartelería, merchardaising, fotos y nombre por todas las paredes (verdes, claro), pantallas de plasma y lo mejor: Miguel Ángel Zapata y Carlos Salem...
MAZ abrió el acto y habló de lo que no tiene el colibrí y que a su juicio les sobra a las novelas históricas, de los registros en prosa que utilizo, destaca la utilización de elementos narrativos y el poso lírico de algunas de las narraciones, y habla de la voluntad de componer una novela con secretos escondidos. También dijo muchas cosas más (todas buenas, gracias MAZ) que calaron hondo y que interesaron a los asistentes porque así me lo trasmitieron después.
Inmediatamente después Carlos Salem nos comentó que no habría otra forma que narrar esta historia que como se ha hecho, de la ausencia que soterra el relato, de la valentía con la que afronté narrar este tema cuasisagrado de la guerra civil española (eso dijo), de la dificultad para el escritor de desechar páginas escritas para que sea el lector el que las escriba en su mente y del espíritu del vino que hila la narración. Y otras pinceladas que ayudaron al colibrí a volar y mostrarse interesante a los ojos de los posibles lectores (gracias, Carlos)
Un lujo de presentación (en palabras de un amigo: "igual que Saramago")
Pero, sinceramente, prefiero los antros oscuros, llenos de humo, en los que te puedes beber un cubata mientras comentas casi en la intimidad lo que te sale del alma sobre tu libro.
Vicious, que decía Lou Reed.
Ya habrá alguna ocasión de ello.
Todas las fotos son de José Naveiras y su Casimira II.
Gracias, compañero.
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